Opinión

El día grande de Pontevedra

DICE EL refranero popular que "hay tres jueves en el año que brillan más que el sol"; pues los pontevedreses vamos a tener que acuñar uno propio ya que tenemos un día en el año que brilla por sí solo y en honor a ELLA; ya que cada segundo domingo de agosto celebramos en nuestra ciudad la festividad de Nuestra Señora del Refugio La Divina Peregrina. En estas fechas Pontevedra "hierve", (y eso que es la patrona de la provincia de Pontevedra no de nuestra localidad), ya que la devoción sincera y las tradiciones populares hacia esta advocación mariana, adquieren tal magnitud que casi hacen pasar inadvertidos los días de los tradicionales patrón y patrona de nuestra ciudad, San Sebastián y Nuestra Señora de la O.

Por ello me incomoda soberanamente las denominaciones "frikis" de las fiestas que se inician con esta celebración; ya que no son las "fiestas de verano" (aunque coincidan con esta estación estival), ni la fiesta "de Peñas". Desde el consistorio municipal parecen tener aversión a estas "Fiestas de la Peregrina" (no "las peregrinas", esas son las que caminan a Compostela), y deberían de tomarlas más en serio por la ocasión que representa en pleno mes de agosto y las posibilidades económicas que ofrece a diversos sectores de esta ciudad; porque lo que empezó como una acción espontánea de unos niños que quisieron engalanar un carro para pasear a la imagen de la Virgen, se ha transformado en la semana festiva por excelencia de la capital del Lérez. También deberían tener en cuenta otra cuestión para apoyar esta tradición, ya que ponen en relevancia el Camino Portugués y eso trae muchos peregrinos a Pontevedra. Piénsenlo, ya que no serían los primeros, ni serán los últimos…

Les ruego (y no es la primera vez que lo hago), tomen cartas en el asunto de esa mugrienta práctica más reciente en el tiempo, y en donde y tristemente son protagonistas los más jóvenes que acuñan los días de los fines de semana de estas fiestas como "de Peñas". De Pena diría yo, (aplicando el singular y retirando la virgulilla de nuestra "ñ" para dejarla solamente con la "n"), ya que el espectáculo dantesco e insalubre que dejan estas hordas (de no en pocos casos pobladas de menores de edad), lo que están consiguiendo es que los turistas no pernocten en nuestra ciudad, y solamente vengan a espectáculos y actividades puntuales, huyendo de nuestra preciosa "Boa Vila" tan pronto como finalizan.

El desbarajuste, el vandalismo, el pis y demás aguas mayores que dejan estos individuos en zona monumental de Pontevedra hacen imposible su tránsito, así como el poder disfrutar en restaurantes, bares, pubs y correspondientes terrazas que podrían estar montadas a pie de calle como hace años. Pero claro, esta no es la "fiesta" promocionada por el ayuntamiento como la "Feira Franca" (por cierto, iniciada bajo el gobierno municipal de Juna Luis Pedrosa en donde yo participé como voluntaria de Protección Civil, por eso lo aseguro en primera persona), en donde se consienten el montaje de estos "tenderetes" además de otros. Cuestión que no me parece mal ya que impide el "botellón", que por desgracia desde el ayuntamiento se "consiente" en las "fiestas de La Peregrina".

Estos días se solicitaba por parte del Grupo Popular el poder volver a instalar barras en la calle, y tal y como he dejado claro en párrafos anteriores se debería de considerar. Pero llegado este punto añado la pregunta siguiente, ¿a cuánto asciende la factura de limpieza especial de estos sábados "de Pena"?; a mí, al menos, me gustaría saber lo que le cuesta al erario público, es decir, lo que nos cuesta a todos los pontevedreses. Porque como bien apuntaba la concejala de fiestas, los festejos en los fines de semana comenzaron con gobiernos municipales populares; pero he de puntualizar en primer lugar, que las Peñas organizadas desde hace más de 30 años jamás protagonizaron semejante imagen zafia y asquerosa en la ciudad; y en segundo y no menos importante, porque las Peñas organizadas que son, en verdad el alma de estas fiestas (se esté de acuerdo o no con su proceder taurino), nunca escenificaron lo que las catervas de infantes alcoholizados, (desde horas tempranas de la tarde), efectúan en nuestras calles y plazas más emblemáticas.

Aun con el esperpento vivido la tarde noche de ayer (al que parece hacer oídos sordos el ayuntamiento capitalino), la mañana fue maravillosa; y como otro segundo sábado de agosto pudimos honrar a la Virgen Peregrina, con la carroza que estrena atavío y restauración (a mí me gusta, aunque he oído opiniones mil, "nunca llueve a gusto de todos"), pero lo importante es la expectación de unos, la ilusión y devoción de otros, que al final es lo que importa.

"Cosas veredes amigo Sancho que non crederes"; frase como muchas otras adjudicadas al universal Cervantes, aunque nunca utilizada por el ingenioso personaje Don Quijote en episodio alguno del libro que recoge sus aventuras; pero sigue siendo una prédica transmitida de generación en generación de utilidad extraordinaria para expresar el asombro, el pasmo o la perplejidad ante las cosas que nos ocurren o que ocurren a nuestro alrededor. O que nos provoca la contemplación de la actualidad; como ocurre en nuestra ciudad. Aun así Pontevedra sigue con su tradición, y lo más importante es que ello continúe, y se acerquen a disfrutar de todos los festejos cuantas más personas mejor; ya que es riqueza en todos los ámbitos para nuestra ciudad. Y en lo que a mí respecta, espero seguir disfrutando muchos años de este segundo fin de semana de agosto en el que se inician las fiestas en honor a mi Virgen Peregrina, y a verla procesionar tan guapa por las calles de la ciudad en un día como hoy, "El día grande de Pontevedra".