Opinión

Paseos con encanto

Este pasado miércoles 18 de noviembre se presentaba el libro PONTEVEDRA. Cuaderno de Viaje, rubricado por el conocido estudioso y divulgador de la historia local pontevedresa José Benito García Iglesias (textos), y por el artista plástico de referencia en Galicia y más allá de nuestra tierra, Álex Vázquez Palacios (ilustraciones).

De nuevo a disposición de estos dos grandes pontevedreses el espacio Nemonon, en la insigne Villa Pilar, donde el arquitecto Mauro Lomba ha construido, muy acertadamente, un lugar de encuentro y muestra de la efervescente cultura que existió, existe y espero continúe en nuestra ciudad.

Les puedo asegurar que esta extraordinaria creación es una mezcla de curiosidad y conocimiento necesario de la historia de nuestra Boa Vila, adornado como nadie más podría haberlo hecho a través de los trazos dibujados y completados por sus pinceladas casi etéreas del único Álex Vázquez-Palacios.

Así lo contaba José Benito en la presentación (con solo 20 personas y bajo las estrictas normas Covid19), porque cuando en su cabeza atisbaba la composición de esta obra, dando forma al borrador acompañó con dibujos propios, las distintas piezas de interés patrimonial que eligió para completar una ruta maravillosa por diversas calles de nuestra ciudad, con joyas sin parangón; y que fruto de otras colaboraciones de ambos en otras obras del cronista y erudito de la historia de Pontevedra, en el que pensó desde el minuto uno para conjugar de manera casi mágica sus explicaciones no fue otro que en Álex.

Traigo aquí un comentario más que acertado de mi buen amigo Miguel Felgueroso, al post que “Ipso facto” subí desde la presentación en mi perfil de Facebook, textualmente escribía: “Qué chulooooo!! Hace mil años, cuando tras recorrerme todas las librerías de Madrid cuando no había Amazon (o no era tan popular, vaya) por fin encontré (con suerte y porque estaba mal clasificado) y regalé a alguien muy importante el de la serie original sobre París (su ciudad favorita), y también vi los de Londres y Roma, pensé “Ojalá alguien haga algún día algo así con mi Pontevedriña. Y aquí está...”; efectivamente Miguel, ¡ya lo tenemos!, y se puede adquirir en cualquiera de las librerías de Pontevedra, porque ¡siempre! y especialmente este año, ¡tenemos que comprar en el comercio de nuestra ciudad!; y me consta que te lo hacen llegar a casa si vives fuera.

Les he de confesar que cuando vienen amigos de fuera a visitarme y les llevo de paseo a conocer “mi ciudad del alma”, se quedan absortos de la belleza de nuestra “Bella Helenes”, ¡no es para menos!; pero les aseguro que, cuando lean este libro, el viaje que van a iniciar… ¡Ni se lo imaginan!

Yo la ruta la hice ayer, y les aseguro que no defrauda; porque la verdad es que tal y como se cita en una de las páginas de inicio de ese Cuaderno de Viaje: “Importa poco no saber orientarse en una ciudad. Perderse, en cambio, en una ciudad como quien se pierde en el bosque, requiere aprendizaje”

Esta frase de Walter Benjamin de su obra Infancia en Berlín hacia 1900 es cierta, y me hizo apreciar de forma distinta y disfrutar de forma casi mágica de cada uno de los iconos, rincones, fachadas, calles y casas de los que hasta entonces no había disfrutado de semejante manera.

Cuántas veces hemos quedado con alguien en la fuente de la Iglesia de nuestra Virgen Peregrina, y pocos saben que la preside TEUCRO, arquero griego que dicen, fue uno de los guerreros que se escondió en el Caballo de Troya, y que llegando a nuestras costas fundó nuestra ciudad.

No pocas veces hemos transitado por la calle San Sebastián, que, como nos cuenta José Benito, parece ser fue tapiada para que de allí no saliesen los enfermos de la peste. Algo similar a algunos closes como el conocidísimo King´s Mary Close del centro histórico de Edimburgo. E igual que en ese callejón de la antigua Lothian, me consta que en alguna de las casas de esa calle, ocurren extraños fenómenos… ¿A que no lo sabían?, ¡Yo tampoco!

Y paseando por esa calle y llegando a su final, dejando a nuestra derecha la Casa de la Luz para adentrarnos en la Plaza de la Verdura, siempre me llamó la atención la ventana gótica con una preciosa vidriera en el primer piso del edificio del bar “los Maristas”, cuyos caramujos cocinados como nadie por la mujer de Paco eran parada obligatoria.

La historia de la Sirena de los Mariño que preside una de las casas grandes (hoy muy deterioradas, por desgracia) bajando hacia el Mercado de abastos, que siempre me llamó la atención; la de la Casa de los Fonseca en el paseo de Colón y su relación con la Masonería… La del Oratorio de las monjas Emparedadas

No voy a desvelar nada más, o como hoy día se dice no voy a seguir con el spoiler ¡Hay que descubrirlo!

La verdad es que esta obra no es una más, y se la agradezco de corazón y sin que me falte razón, porque el esfuerzo, el cariño y la ilusión que han puesto en su composición el extraordinario tándem Álex-José Benito o José Benito- Álex, me ha hecho disfrutar de mi ciudad como nunca me hubiese imaginado. Y la verdad, en estos tiempos donde impera la tristeza y la desazón en nuestra cotidianeidad, es más necesario que nunca que la cultura siga creciendo, que seamos conscientes de la trascendencia de este sector tan importante en nuestras vidas, y en especial en las vidas de los que lo siguen construyendo a diario; que se pueden seguir haciendo presentaciones y eventos siguiendo los protocolos que marca esta devastadora pandemia, y que, siguiendo con respeto todos y cada uno de ellos, esta nueva circunstancia se puede ir normalizando.

Y entre toda esta vorágine recuerden que se puede seguir disfrutando, y de forma especial nuestra ciudad, como en estos paseos con encanto.

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