Opinión

Recuperación, ¿para quién?

SEGÚN LA nomenclatura oficial y en función de la fuente informativa de referencia, o caminamos hacia el lustro de la recuperación económica o ya estamos en él. Otra cosa es la dura realidad cotidiana. La misma nos lleva a algunos a pensar que de recuperación económica, "tararí que te vi". En este contexto, dos estudios publicados la semana pasada han realizado una magnífica radiografía de nuestro país. Los culpables de la óptima atalaya son la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Informe Mundial de Riqueza (“World Wealth Report”) de la consultora internacional Capgemini. Todavía más, podemos añadir un tercero, la monografía Oportunidades de empleo y renta en España 2007-2016. El impacto de la crisis del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y la Fundación Ramón Areces aparecida también hace escasas fechas.

De seguir el primer análisis, en 2017, teniendo en cuenta los ingresos de 2016, casi el 22% de la población española vivió con menos de 8.522 euros anuales y cerca del 50% no superó los 1.000 euros al mes. En Galicia, uno de cada diez lo hizo con menos de 462 euros. Uno de cada cinco habitantes de España se encontraba en situación de riesgo de pobreza. El grupo más afectado es el de los jubilados mayores de 65 años, quienes aumentaron en 1,8 puntos entre 2016 y 2017 alcanzando una tasa del 14,8%. No debemos olvidar que a este grupo se están incorporando quienes no han podido trabajar en el último tramo de su vida laboral y para ellos las pensiones caen en picado. Al mismo tiempo, la pobreza severa afectó a 2.372.977 personas en 2016 –más del 5% de la población- . No resulta entonces extraño que el 3,8% no hubiese podido comer carne o pescado una vez cada dos días, uno de cada diez hogares tuviese severas dificultades para llegar a fin de mes y el 8,3% padeciese pobreza energética.

El envés de la moneda lo muestra el segundo estudio. Frente a los 127.100 millonarios de España en 2008 su número fue de 224.200 en 2017. Desde el comienzo de la crisis, la población española "hig net worth individuals" (HNWI) se ha disparado e incrementado en un 76%; un 10,9% más en 2017 respecto a 2016. De ese modo, España ocupa el decimocuarto lugar del selectísimo grupo de los ricos riquísimos a nivel mundial, justo entre Corea del Sur y Rusia. Los primeros puestos los acaparan EE UU, Japón, Alemania y China. A nivel de Europa, nuestros ultrarricos son los séptimos de la exquisita colectividad encabezada por Alemania, Francia y el Reino Unido.

La crisis se habría llevado por delante a la clase media española de atender al tercer informe. Mientras la media alta sufrió una reducción del 19%, el porcentaje de personas en situación de pobreza se incrementó en un 22%. Toda la razón tiene Raúl Flores, coordinador de estudios de Cáritas España, cuando hace unos días, ante este aluvión de datos afirmó que la recesión económica ha generado en España "una fractura social y ha provocado un cambio en la estructura social y económica".

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