Opinión

Sin volverse locos

El PCF ha apostado por un modelo -exitoso-. Y aunque a veces pueda volverse en contra, hay que tener claro que virar de trayecto suele salir mal
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El Pontevedra empieza a pagar los peajes de la nueva categoría. Lo que era esperable desde el primer partido, ha empezado a suceder a partir del primer mes de competición. Y hay que asumirlo y darle naturalidad

El PCF, ‘novato’ en esta nueva división por bagaje (por mucho que su historia sea superior a la de la mayoría de entidades) y con menos recursos que muchos otros competidores, va a sufrir. Aunque empezando a conocer a los rivales y analizando el rendimiento de los granates, da la sensación de que el equipo está capacitado para salvarse. Pero una cosa es lograr la permanencia y otra muy diferente no coquetear en ningún momento con esos puestos de descenso. En una de cinco descensos, no mirar hacia abajo nunca sería un éxito.

Está muy bien empatar ante Alcorcón o Dépor. Pero las habichuelas uno se las gana frente a Sanse, Talavera, Balona o Mérida. Equipos con menos ‘glamour’. Partidos jugados a más ‘cara de perro’. Pero encuentros que valen oro por sumar y que no lo haga un rival directo.

El equipo granate, brillante en algunos encuentros y más que correcto en el resto, solo ha podido sacar cuatro puntos -todos en casa- contra equipos de la zona baja. Pero nada debería cambiar. El club apostó el pasado curso por un modelo claro que tiene consonancia con la plantilla. Y dio réditos con el ascenso como primer clasificado. Con una continuidad casi plena del plantel, modificar el plan sería empezar a errar.

Era evidente que en Primera Federación las dificultades iban a ser mayores. Que la calidad en último tercio ya es mucho más pareja -o inferior- al de las defensas contrarias. Pero el camino para la salvación solo puede pasar por insistir en potenciar las propias cualidades y trabajar para mejorar los déficits. Básicamente porque coger otra ruta en mitad de la travesía suele equivaler a perder el norte.