Sin una mínima insinuación al pliegue. Así de tieso se quedó un trapo en Monterroso después de una gélida noche tras la que los campos de A Ulloa amanecieron helados. Hasta resiste golpes contra una barra de metal.
Vídeo: MARCOS RODRÍGUEZ
Sin una mínima insinuación al pliegue. Así de tieso se quedó un trapo en Monterroso después de una gélida noche tras la que los campos de A Ulloa amanecieron helados. Hasta resiste golpes contra una barra de metal.
Vídeo: MARCOS RODRÍGUEZ