La Seguridad Social niega la incapacidad permanente a la viguesa enferma de cáncer Beatriz Figueroa

Beatriz Figueroa, la viguesa enferma de cáncer que reunió 500.000 firmas para reclamar una mayor protección laboral y de seguridad social para los diagnosticados con carcinoma, ha basado hoy su petición de reconocimiento de incapacidad permanente en su amplio historial psicológico.

A la tercera denegación a su petición de que se le reconozca su incapacidad permanente, Figueroa demandó al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), lo que dio pie al juicio celebrado hoy en el Juzgado de lo Social 3 de Vigo.

La discusión entre la parte demandante y la demandada, el INSS, se ha centrado en si todo el cuadro clínico de Figueroa es o no incompatible para su desempeño profesional: es abogada y durante sus últimos años de cotización ejerció de administradora y responsable del área de recursos humanos y de una empresa de organización de eventos.

Según su médico de cabecera, no puede asumir labores de responsabilidad por los efectos secundarios de la medicación que toma. Además, le han diagnosticado fibromialgia, osteoporosis en la columna y pérdida de audición de más de un 70% en uno de sus oídos.

Mientras, la inspectora del INSS que realizó el informe en el que se ha basado la denegación de su petición de incapacidad ha dicho que no puede hacer labores que impliquen riesgo de accidentalidad y conlleven "altos niveles" de responsabilidad.

Esta perito ha detallado que a esta paciente le realizaron en septiembre de 2013 diferentes pruebas en las unidades de mama, radiología y reumatología, y en ellas no se apreciaron recidivas de carcinoma, y que el diagnóstico era "de los más favorables" posibles.

Pese a todo, fue sometida luego a una nueva intervención quirúrgica para que le cambiaran la prótesis mamaria porque podía aliviarle el dolor que ella reportaba y sobre el que las distintas pruebas que le realizaron no apreciaron "una causa clara", pues solo se constató "una leve contractura".

El abogado de Figueroa ha concluido que todas las dolencias que presenta su cliente, por sí solas, quizá se podrían sobrellevar, pero en su conjunto forman "un cuadro clínico tremendo", y ha calificado de "un poco osado" que el letrado del INSS considere que sí está capacitada para desempeñar su labor profesional.

De ganar este pleito, Figueroa vería aumentado en unos 120 euros los 426 que cobra actualmente tras agotar su prestación por desempleo, con los que debe hacer frente al 40% de los gastos en medicinas.

Y es que durante el proceso administrativo, su abogado pidió la incapacidad total y no absoluta, en cuyo caso la cifra sería del 100% de su cotización, frente al 55% sobre una base regulativa de 1.010 euros durante los últimos años que trabajó a media jornada antes de quedarse parada a finales de 2009.

De esta paciente surgió la proposición de ley por la protección social de oficio a los enfermos de cáncer durante su tratamiento y recuperación que presentó el BNG al Congreso de los Diputados y respaldaron todos los grupos de la oposición, pero cuya admisión a trámite rechazó el PP.

Antes del juicio, Figueroa ha recalcado que un juzgado "no es el sitio apropiado" para valorar la incapacidad laboral de un enfermo y ha reconocido que "posibilidades no hay muchas" de que pueda ganar este pleito, quizá "una de diez".

Ha denunciado que con la excusa de la crisis el INSS no reconoce por sistema las incapacidades, y ha sospechado que exista una orden interna para que los demandantes recurran a la vía judicial, pues la mayoría renuncia a la misma.

Asimismo, ha puntualizado que la incapacidad permanente "no es para toda la vida", ya que los enfermos de cáncer "no pretendemos ser un parásito sino tener protección durante el tiempo precisado para curarse y recuperarse", ha concluido.

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