Opinión

La hora de Lucho

SIETE TÍTULOS en sus dos primeras temporadas, entre ellos una Champions League, y llevar al Barça a lograr su segundo triplete parecen no ser suficientes credenciales para Luis Enrique. Su carácter no ha terminado de calar entre la prensa, ni siquiera entre la catalana, que sigue teniendo en Guardiola a la 'niña de sus ojos'. Pero los dos primeros años del de Sampedor no fueron mejores que los del asturiano, con la diferencia de que el catalán no tuvo que ver, desde el televisor, cómo el Madrid se alzaba de nuevo con el trofeo continental: nada más y nada menos que la Undécima. Y la sensación entre los culés es que el Barça tenía que haber estado en la final para intentar evitarlo. Un hito de tales dimensiones del eterno rival relega Liga y Copa del Rey blaugranas a la categoría 'chupitos', como, cosas del destino, se refirió en su día la prensa catalana a la Copa que se le cayó a Sergio Ramos desde el autobús. El fútbol deja poco tiempo para lamentos y en un par de meses 'Lucho' se pondrá manos a la obra para comenzar su tercera temporada, en la que puede hacer historia y entrar en el olimpo de los dioses del banquillo barcelonista, junto al maestro Cruyff y a su discípulo Guardiola. 

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