CADA INICIO de año es una muy buena ocasión para calibrar y escudriñar las profecías. Uno de los mejores y más destacados augurios fue el del año 2012, cuando más de un centenar de gurús esparcidos por todo el planeta, y basándose en la supuesta sabiduría enigmática de los desaparecidos Mayas, nos aseguraron que la cosa llegaría a su fin, que finiquito, oiga, que el mundo se acababa y que no quedaría nadie para cerrar el portón.
Pasaron los años y la Tierra no detonó (yo soy de los que opinan que el mundo llegará a su fin, pero a intervalos de corrupción, guerras, odio, irracionalidad, envidia, falta de ética y de moral...
Nadie dijo que acabar con algo grande tuviera que ser rápido y casi sin dolor).
Ahora, recién iniciado el 2016, ya son muchos —una vez más— los que indican que de este año no pasamos, o que al menos va a ser un periodo desastroso. Unos cuantos de estos "optimistas" se basan en los presentimientos de Baba Vanga, una señora no muy alta que predijo los atentados del 11-S y que tiene malas noticias para este año que comienza.
"Evito siempre predecir de antemano, porque es mucho más fácil hacerlo a posteriori"
Baba Vanga, natural de Macedonia, es reconocida como una de las más grandes videntes del S. XX por la exactitud con la que vaticinó grandes eventos ocurridos en el mundo. La conocida como Nostradamus de los Balcanes falleció en el año 1996 y predijo desastres como el tsunami del año 2004 o el atentado de las Torres Gemelas. Para este año en el que ya estamos vegetando señaló que "los musulmanes invadirían Europa", algo que ciertas personas amantes de lo visionario ya ven como cierto ante la crisis migratoria que está sufriendo Europa.
Hasta aquí todo mal, ya que los "grandes expertos" que conocen al dedillo los pronósticos de esta mujer aseguran que posee nada menos que un 85% de acierto. Baba también profetizó que en el año 2018 China será la primera superpotencia a nivel mundial y que un presidente "afroamericano" será el último mandatario en funciones de los EE UU.
La anciana también aseveró que "la gran guerra islámica"comenzaría en Siria para culminar con el control absoluto en Roma, hacia el año 2043. Precisó que allí se establecería el Califato definitivo y que Europa dejaría de "existir" tal y como la conocemos.
Pese a este futuro tan prometedor que siempre nos dejan los profetas o médiums, nunca está de más acordarse de la cita de Winston Churchill sobre esta cuestión: "Evito siempre predecir de antemano, porque es mucho más fácil hacerlo a posteriori".
