Imaginaros esta situación. El hotel de la celebrities en una ciudad del mundo. Se hace un silencio ante la llegada de un actor que impone. Sólo el click de las cámaras de los fotógrafos rompe la tranquilidad de una fría mañana de invierno. En ese momento, setenta años le contemplaban y, lejos de estar acabado, Harrison Ford acababa de resucitar -un tiempo atrás a esa fecha en la que nos encontramos- al mejor "Indiana Jones". Ahora va camino de los 80 y, como es inasequible al desaliento y el cuerpo le sigue respondiendo, va a volver a encarnar a ese héroe que ya es historia del cine.
Dicen que la edad le ha vuelto un poco "cascarrabias" y, aunque nunca ha sido un derroche de simpatía, siempre ha demostrado ser un experto en guardar las apariencias. Ante las preguntas incómodas, se convertía en el más habilidoso para sacar el látigo y poner a cada uno en su sitio. Jugaba con ventaja porque era consciente que se le respetaba al ser el único actor, hasta ese momento, que jamás había muerto en una película.
Es el héroe por excelencia, el último caballero de Hollywood, el eterno amante, el seductor número uno... con permiso de Clooney y de los que llegaron después. Viéndole pasear por cualquier calle del mundo, de la mano de su mujer, la también actriz Calixta Flockhart, solo, sin guardaespaldas ni asesores de prensa, casi te olvidas que es uno de los actores más taquilleros del mundo y que encarna, como pocos, la quintaesencia de cualquier fantasía femenina.
Con más arrugas que hace veinte años, pero el mismo cuerpo atlético de antaño, Ford viene dispuesto a arrasar de nuevo en todo el mundo. Hijo de padre católico irlandés y madre judía rusa, se siente irlandés como persona, pero judío como actor. Para mantener a su primera mujer (víctima de esclerosis múltiple) y a sus dos hijos, se hizo carpintero. Con sus ganancias, sostuvo psicológica y económicamente el tratamiento, le compró una casa habilitada para sus limitaciones y se hizo cargo de todos los gastos médicos, que generó su enfermedad. 
Durante años se dedicó a hacer trabajos de ebanistería en casas de gente famosa. Todavía hoy sigue haciendo algunos muebles de su casa, en el taller que tiene en los bajos de su rancho de Jackson (Wyoming)
Un día estaba, montando una escalera en casa de George Lucas, éste le pidió que le ayudara a dar la réplica a los actores, que se presentaban al casting de su nueva película. Después de las primeras pruebas, Lucas se da cuenta que Ford era perfecto para interpretar a Han Solo en "Star Wars".
Está considerado "el Ferrari de los actores" y, a juzgar por su aguante, el calificativo no puede ser más certero. En el año, que va a comenzar, volverá a enfundarse en su look de aventurero, manejar con la misma destreza el látigo y lanzarse a la conquista de un nuevo imposible. La taquilla está garantizada en el año de su estreno, ese en el que Ford se convertirá en octogenario...
