UN AÑO más, San Sebastián se convierte en el centro internacional del cine. Una nueva edición -y ya van 63-, con sus momentos álgidos y otros menos brillantes, focaliza -durante ocho días- toda la atención del gremio en la selecta propuesta, que diseña el festival donostiarra.
Alejandro Amenábar inauguró ayer el certamen, fuera de concurso, con REGRESIÓN . Largas son sus ausencias. Su media, entre una película y otra, es de unos cuatro años. Esta vez ha sido un poco más. Desde Ágora (2009), el director hispano-chileno no había dado señales de vida. Cultiva el misterio como pocos. Promociona sus trabajos y, al terminar de hacerlo, desaparece de la faz de la tierra para sumergirse en su siguiente proyecto. Esta no es una película de miedo , me comenta en la entrevista que mantuvimos esta semana, es una película sobre el miedo y la fuerza que ejerce sobre nosotros hasta llegar, en algunos casos, a paralizarnos. Protagonizada por Ethan Hawke y Emma Watson , esta nueva propuesta de Amenábar es -en cierta medida- un regreso a los orígenes de ese modo de entender el cine que, con apenas 23 años, revolucionó la gran pantalla.
Ricardo Darín y Javier Cámara viajan a Donosti para presentar hoy TRUMAN, una historia de amistad en momentos personales convulsos. La película de Cesc Gay, que viene de presentarse en el festival de Toronto, es el escenario perfecto para un duelo interpretativo de los que crean adicción de verdad. Es tal el magnetismo que ambos actores ejercen sobre el espectador, que llegas a olvidarte de la historia -muy potente en sí misma- para sumergirte en ese talento que les hace especiales.
La troupe más numerosa de esta edición es la capitaneada por Álex de la Iglesia. MI GRAN NOCHE reúne a media profesión, al margen de suponer el regreso de Raphael al cine, tras cuarenta años de alejamiento. Le acompañan en el reparto el gallego Mario Casas, Hugo Silva, Blanca Suárez, Carmen Machi, Santiago Segura, Carolina Bang, Carmen Ruiz, Pepón Nieto, Ana Polvorosa, Carlos Areces, Carmen Ruiz, Toni Acosta, Terele Pávez y Luis Fernández. Todo un espectáculo en sí mismos. Nada puedo adelantar de la película hasta el pase de mañana domingo, pero la expectación es directamente proporcional a la suma de la locura condensada en la historia.
EL CLAN, la película argentina que es la sensación del momento, recala en San Sebastián después de su debut internacional en Cannes. La prensa mundial la encumbró en el festival de la Costa Azul, su país la situó en la historia y el reciente certamen de Venecia premió a Pablo Trapero con el León de Plata a la mejor dirección. El realizador estará en Donosti el próximo día 24 para defender la historia real de los Puccio, una aparente familia normal argentina que, de 1983 a 1985, hizo del secuestro y el asesinato su ley de vida. Guillermo Francella, protagonista con Ricardo Darín de la aclamada El secreto de sus ojos, interpreta a Arquímedes Puccio, el patriarca del clan. La frialdad de su mirada releva a la de Hannibal Lecter. Y, hasta aquí, puedo escribir
