Opinión

6M, Día Mundial del Acordeón

Dicen que el acordeón tiene su origen en el invento del shgen (instrumento de viento chino) atribuido al emperador Nyu-Kwa, 3000 años antes de Cristo. Fue el 6 de mayo de 1829, cuando Cyrill Demian (1772-1849), fabricante de órganos y piano presentó una patente del acordeón en Viena (Austria). En enero del 2009 la Confederación Internacional de acordeonistas anunció la declaración del Día Mundial del Acordeón y su conmemoración el día 6 de mayo de cada año, por acuerdo unánime de la Asamblea General de Acordeonistas de más de treinta naciones, con el objetivo de promocionar la diversidad de dicho instrumento y sus grandes intérpretes.

Es a partir de 1880 cuando el acordeón entra con fuerza en Europa y consiguientemente en Galicia abarcando todas las culturas y géneros musicales con el que se animaban infinidad de fiestas, romerías, bailes y celebraciones familiares.

El lexicógrafo y escritor orensano, Eladio Rodríguez González (1864-1949) nos describe el acordeón como un “instrumento músico de viento con producción mecánica y con teclado para las manos. De sonido sumamente desagradable (sic), ha hecho su aparición en Galicia a mediados del siglo XIX, y se infiltró en nuestras aldeas, acompañado a veces de la flauta y redoblante, reemplazando en parte a la dulce gaita gallega en romerías, fiestas y otras diversiones campesinas.”

Son numerosos los acordeonistas que desfilaron por toda Galicia, bien como solistas o integrados en orquestas o conjuntos musicales. Por citar algunos nombres: la familia Mallo (A Coruña), los Poceiro, César Dios Diosiño (Pontevedra) y el popular Salvador Cores Manso (Vilaxoán-Pontevedra). Marín tampoco se quedó atrás en la proliferación de auténticos artistas en el manejo del susodicho instrumento. Fueron tantos, que podría decirse que la tierra del In Mare Fortuna además de ser cuna de gentes de mar también lo es de músicos acordeonistas. Entre otros: O Rendeiro, O Norteiro, O Freitoso, O da Sabia, O Chiclana, O Campelo, Benito o de Estévez, O da Cachola, Xiraldo... (discúlpenme porque seguro que me quedan algunos sin citar) y en medio de todos ellos, una popular mujer, Manola de Vitorio... En la actualidad tenemos en Marín, cual relevo de aquellos históricos y añorados acordeonistas, al dúo formado por dos virtuosos del acordeón: Manuel Barreiro O Búho, músico, fundador del grupo Os Lóstregos y Ramón Soage.

Aprovecho para tener un recuerdo muy especial al último de los más populares acordeonistas marinenses, José Casal Amoedo (Mogor, Marín), Xiraldo. ¿Quién, de mi generación, no bailó al ritmo de la música del acordeón de Xiraldo y su orquesta?, de la que, por cierto, formaba parte mi padre Gabi a la batería. Y hablando de acordeón no podemos dejar de traer a colación la melodía de El baile de los pajaritos, creada en 1957 por el acordeonista suizo Werner Thomas, y repopularizada en 1981 por María Jesús y su acordeón.

Y termino con una grata añoranza de quienes con su música de acordeón alegraron tantos y tan buenos momentos de nuestra vida.

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