Opinión

Camba, mancebo de farmacia en Marín

SIEMPRE SENTÍ curiosidad por conocer con mayor detalle el paso por Marín del escritor y periodista vilanovés Julio Camba. Para ello recurro a hemeroteca y a un trabajo literario del abogado pontevedrés José A. Maquieira, Los inicios literarios de Julio Camba de donde obtengo muchos datos de los que hice uso para esta entrega.

Julio Camba (1884-1962) llega a Marín con tan solo trece años para compaginar sus estudios de bachiller en Pontevedra y el aprendizaje de mancebo en la farmacia marinense de Pedro Catalá, situada frente a la Alameda.

Aquel Marín al que llega Julio Camba era entonces una villa marinera cuyo recurso económico principal era la actividad portuaria comercial, pesquera y conservera. Paralelamente existía una dinámica social intensa y agitada pues como en todas las villas se creaban movimientos propios de la época: monárquicos, republicanos, liberales, burgueses, obreros... y por supuesto religiosos. Precisamente en aquel año en que llega Camba a Marín la población vivía en permanente conflicto religioso debido al asentamiento del protestantismo en la década de los ochenta del siglo XIX. Y de todas aquellas diferencias políticas y religiosas se hacían portavoces dos periódicos: La Voz del Morrazo y el Eco de Marín.

En medio de aquel ambiente descrito Julio Camba comienza a trabajar en la farmacia atraído más por la creatividad literaria que por la profesión farmaceútica, por lo que no tardó en ponerse en contacto con El Eco de Marín, fundado por Bartolomé Sabas Catá a su regreso de Cuba, poniéndose a su disposición para colaborar en las páginas del rotativo. De los inicios literarios de Camba poco se sabe pero puede decirse que los artículos publicados por El Eco de Marín fueron los primeros pasos de su andadura literaria.

Y así entre los estudios de bachiller, el despacho en la farmacia y sus colaboraciones en el El Eco de Marín transcurría la vida del adolescente Julio Camba que a través de su aportaciones ponía de manifiesto sus inquietudes compartidas con otro joven al que conoce en aquellos años y que más tarde seria un reconocido periodista, Joaquín Pesqueira (pseudónimo Conde de Cela).

Pero la presencia de Camba en Marín no iba a prolongarse más allá de tres años puesto ya que en 1899 un pequeño trabajo publicado por Sabas Catá apologizando el amor libre serviría de excusa al cardenal Martín Herrera para excomulgar a El Eco de Marín y esto afectó de rebote al joven macebo; y es que posiblemente la incoación del proceso eclesiástico al periódico con el que colaboraba y los escasos resultados académicos cosechados en sus estudios en el Instituto de Pontevedra, fue lo que originó que el farmaceútico Pedro Catalá prescindiera de su servicios.

A principios de 1900, y después de casi tres años en Marín, Julio Camba regresa a su hogar en Vilanova de Arousa. Al poco tiempo embarca como polizón para Argentina de donde es deportado por anarquista en 1903. Pero eso es otra historia.

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