Opinión

El Eco de Marín de Sabas Catá

ANDAMOS en el año en el que se cumple el centenario de la muerte del histórico marinense y periodista Bartolo Sabas Nicolás Catá Abalde, nacido en Marín en 1849 y fallecido en Cuba en 1916. Su vida ha sido recogida a lo largo de los tiempos por diversos historiadores a través de datos obtenidos en los periódicos de la época, de los que echo mano, sobre todo de uno que él mismo fundó, El Eco de Marín.

Sabas Catá emigró a Cuba desde su Marín natal cuando tan solo tenía 15 años. Durante su juventud despierta a sus ideales republicanos y anticlericales y comienza a implicarse en el movimiento independentista haciéndose defensor de las tesis autonomistas para la isla fundando el periódico El Progreso Mercantil en la Habana.

En 1895 escribe su libro Verdades amargas -resumen de las causas de los males que afligen a Cuba-, lo que le origina un procedimiento penal del que sale absuelto. Esto hace que en 1897 regrese a Marín donde aprovechando la gran experiencia adquirida en el mundo periodístico e impulsado por su compromiso ideológico funda El Eco de Marín que competiría con otro periódico local ya existente La Voz del Morrazo de José Barral Campos "quien dadas las criticas cruzadas desde sus páginas con Sabas Catá retó a éste a un duelo enviándole como padrinos a los republicanos Emiliano Iglesias y José Juncal. El duelo nunca llegó a tener lugar" (José A. Maquieira).

El periódico atrae la atención de jóvenes e iniciados escritores que colaboran en sus páginas como los pontevedreses Victor Said Armesto, Joaquín Pesqueira (Conde de Cela) y el vilanovés Julio Camba. Tuvo una duración de diecisiéte años y fue conceptuado como el "primer periódico más ecuánime de Galicia". Pasó por difíciles etapas y duras vicisitudes. Por sus contenidos anticaciquiles y anticlericales, -también daba espacio a la lengua gallega en su sección Paliques-, fue motivo de excomuniones y persecuciones que le hicieron desaparecer y reaparecer con nuevas cabeceras. En el año 1900 pasó a denominarse El Eco Marinense; en 1902 será El Marinense; en 1909 Nuevo Marín y en 1912 recupera su nombre original. Enfrentamientos con otros periódicos locales y los poderes caciquiles y tras costarle la ruina a su fundador El Eco de Marín cierra definitivamente en 1914. A consecuencia de ello Sabas Catá, a quien el alcalde de la época llegó a embargarle sus bienes, cae en la pobreza hasta el extremo de que sus amigos y seguidores organizan un festival de teatro en su beneficio. Ese mismo año nuestro recordado periodista marinense regresa a Cuba donde fallecería dos años después.

El profesor y escritor capitalino Joaquín Pesqueira dejó escrito en La Voz de Galicia de Buenos Aires: "El Eco de Marín fue el primer periódico de Galicia con real y verdadera independencia. Sufrió procesos sin cuento. Su director a fuerza de socorrerlo aprendió el camino de la cárcel. Y en algunas épocas vivió a expensas de los marinenses emigrados a América".

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