Opinión

El legado artístico de Descamps

EL MUSEO Manuel Torres acoge por iniciativa de la concejalía de Cultura del Concello de Marín una exposición póstuma del fallecido pintor belga, afincado durante largos años en Marín, Yván Descamps. En la inauguración de la muestra –que podemos admirar hasta el día 30–  presidida por su viuda Aurora Costas hubo palabras de recuerdo pronunciadas por la alcaldesa María Ramallo, además de por Antón Sobral y de por quien esto suscribe, resaltando la personalidad y la calidad artística del "creador plástico, además de profesor de dibujo y pintura fallecido inesperadamente el pasado mes de marzo a los 75 años". 

Quisiera aprovechar este espacio para recordar a Yván Descamps a través del contacto que yo mantuve con él iniciado con su llegada a Marín junto con su esposa a finales de los años 90. Me contó de su traslado desde Bélgica (nació en Bruselas 1943) a Marín, tierra de su mujer, donde se afincaría durante largos años. Tenía Descamps entonces 47 años y traía con él una amplia colección de sus cuadros que expondría poco después en el Ateneo Santa Cecilia. Y bajo el brazo un amplio curriculum artístico que me dio a conocer para ser publicado en el añorado periódico marinense Portocelo

Descamps viaja muy joven a Colombia con su madre y un hermano. Se especializa en publicidad introduciéndose en el arte de la pintura de manera autodidacta. Viaja a Venezuela y allí conoce a Aurora con quien se casa y tiene tres hijos. La pintura le apasiona y pinta incansablemente. La calidad de sus cuadros es reconocida en numerosas exposiciones que lleva por diversos países latinoamericanos consiguiendo merecidas menciones y premios, entre otros el de honor en el Salón de Artistas Noveles de Caracas. Pintó el cuadro oficial del presidente de Venezuela Raúl León y muchas de sus obras forman parte de colecciones privadas en Sudamérica y Europa. El actor Charlton Heston fue uno de los admiradores e importantes adquirientes de sus cuadros. Con el paso de los años Descamps mejora la calidad de sus trabajos con los que llega a Marín donde amplia sus contenidos. Paisajes, bodegones, marinas... óleos, pastel, acuarelas..  Su fama se extiende a lo largo de muchas localidades de Galicia que recorre con sus exposiciones obteniendo siempre una gran aceptación y éxito. Paralelamente imparte clases de pintura a varias generaciones en Marín y Pontevedra. Con la llegada de los años 2000 apuesta por un nuevo estilo abriéndose al surrealismo, que como el mismo definía en una de sus exposiciones (Marín 2015) "es una técnica que me ha encandilado desde mi madurez como pintor y con la cual me siento plenamente identificado en concepto ideológico...". 

Descamps, aparte de ser un gran artista era una buena persona. Quienes le hemos tratado siempre lo recordaremos por su carácter afable, su bondad y su refinada educación, lo que unido a su arte lo convierten en un artista inolvidable. 

Dedicatoria: "Cando un artista como Descamps se vai, perde o mundo da arte".

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