Hay personas que por su hechos, aptitudes y comportamiento con la sociedad se hacen inmortales. Y en este caso me estoy refiriendo a nuestro recordado Xan Montenegro Villanueva. Como ya es tradición los ‘Amigos de Xan Montenegro’ celebraron estos días el acto de in memoriam que le dedican anualmente ante el monumento erigido en su honor en el ‘cruce do Carballal-San Xulián’. Allí de nuevo se hizo una semblanza de la personalidad de nuestro siempre añorado activista y político marinense que me da pie para dedicarle hoy este espacio.
Comenzaré por recordar que aquel 17 de junio de hace diez años “el movimiento vecinal y el nacionalismo perdía a uno de sus más entusiastas representantes”, titulaba la prensa la noticia en la que se recogía que “Xan Montenegro había fallecido a la joven edad de 52 años en el Hospital de Santiago de Compostela a causa de una complicación hepática”. La consternación en Marín no se hizo esperar y fueron muchas las personas que manifestaron su pesar a la familia.
Una década después es imposible olvidar su trayectoria luchadora. Fue presidente de la Asociación de Vecinos de San Xulián convirtiéndose en el máximo defensor de las demandas de sus convecinos consiguiendo que se realizasen las obras de mejora de seguridad peatonal y aceras en la carretera que cruza la parroquia. A nivel político militó como nacionalista convencido en el BNG de Marín de donde se marchó por el conflicto interno conocido como el polémico caso de la ‘Casa da Veiguiña’ Posteriormente se integró en la formación ‘Marinenses Independientes’ de la que fue uno de “sus impulsores y más enérgicos trabajadores”.
Pero nadie mejor que quienes lo conocieron y trataron a nivel político y personal para definir las dotes reivindicativas en favor de los demás que caracterizaban a Xan Montenegro y que lo han convertido, como decía al principio, en un personaje inmortal. “Estuvo sempre a disposición para facer algo por Marín sen pedir nada a cambio.... Botarémolo moito de menos...” (Isabel M. Epifanio. Ex concejala de MAR-IN); "Era solidaridade pura e sempre buscou o mellor para os seus veciños..." (Xosé Vilas, su incomparable compañero). Pero Xan también fue una persona generosa, tanto, que decidió donar su cuerpo la Universidad de Santiago para que la Medicina avanzase en sus estudios. Aún recuerdo mis charlas con él y su respeto por las algunas de las discrepancias políticas que manteníamos. Guardo en la memoria una de sus frases: "Anxo -así me llamaba- eu contigo non discuto de política, eu contigo falo de política".
"Dez anos sin Xan" no han conseguido que sus amigos y quienes lo han respetado lo olviden, como tampoco olvidarán seguir reclamando al Gobierno Local actual que acuerde poner su nombre al tramo de carretera -entre el cuartel G. Civil y la Casa da Cultura-, como así fue prometido, como reconocimiento “polo incansable compromiso que Xan tiña na mellora da súa parroquia”.
