Opinión

Marín, el arte de Yván Descamps

EL MUSEO Municipal M. Torres acoge desde el pasado viernes en que fue inaugurada con la presencia de la nueva concejala de Cultura, María José de Pazo, una interesante muestra de cuadros del artista belga afincado en Galicia Yván Descamps. La exposición, que estará abierta hasta el próximo día 31, se compone de 24 auténticas obras de arte realizadas en las técnicas de la acuarela, óleo y pastel cuyos motivos son muy diversos: paisajes, figuras, bodegones... todos ellos de una calidad propia de un artista que "lleva ya muchos años pintando como profesional manteniendo siempre el mismo estilo".

Descamps nos sorprende con nuevos colores, nuevas imágenes. "Desde mi última exposición en 2011 en este mismo Museo tuve la sensación de tener que renovarme en el sentido pictórico" nos matiza, y es así que nos encontramos ante una nueva obra de la que llaman la atención, entre otros, tres trabajos en concreto: ‘Ensayo’, grupo de bailarines de ballet; ‘Ola’, marina que parece salirse del marco y ‘Alegorías a los vertidos’ con el que se abre al surrealismo y que nos recuerda el hundimiento del Prestige.

Yo conocí a Descamps hace veinticinco años (1990) en una exposición en el Ateneo Santa Cecilia. Era la primera vez que exponía en Marín a donde se vino a residir junto con su esposa Aurora Costa Gómez y sus hijos. Aquella muestra estaba compuesta por una hermosa colección de acuarelas realizadas a partir de motivos de gran atractivo paisajístico localizados en diversos lugares de nuestro entorno y que ya en aquel momento él mismo nos definía como "impresionista, de técnica personal y autodidacta" (‘Portocelo’. Enero 1991). A esta exposición seguirían después otras varias en diversos lugares de Galicia.

Yván Descamps tiene tras de sí un gran historial artístico. Se inicia en el arte de la pintura de manera autodidacta en Bogotá adquiriendo fama con sus exposiciones en diversos paises latinoamericanos y europeos y ostenta la distinción de honor en el ‘I Salón de Artistas Noveles de Caracas’.

Cuando vemos los cuadros de Yván Descamps nos imaginamos que éste lo primero que hace es preparar el soporte, los pinceles y el lienzo, porque para él estos elementos forman parte indisoluble del proceso creativo y establece con ellos un enriquecedor diálogo. Les va pidiendo unos determinados colores hasta lograr esa imagen, ese paisaje, ese motivo que le apetezca hasta desarrollar la obra que busca. Y esto es lo que aplica con sus alumnos, porque Descamps además de artista es profesor de pintura.

En esta nueva exposición que nadie que se precie de ser amante del arte pictórico debería dejar de visitar, se nos presenta un artista muy distinto al que conocíamos. Un Yván Descamps que se despide del estilo que formó parte una etapa muy importante de su carrera para abrirse al surrealismo "técnica que me ha encandilado desde mi madurez como pintor y con la cual me siento plenamente identificado en concepto ideológico", como nos recalca.

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