ESTE MARTES se cumple el 66º aniversario de la entrega de viviendas de la popular Barriada de Pescadores Virgen del Puerto conocida como A Cañota, así llamada por su lugar de ubicación.
En el año 1948 el alcalde Francisco Pérez Crespo ponía a disposición de la Obra Sindical del Hogar los terrenos necesarios para dotar a Marín de un grupo de viviendas para pescadores proyectadas dentro del plan ‘Feria del Mar’ consistente en la construcción de 236 unidades, además de policlínica, mercado, campo de deportes, capilla, etc.
Un proyecto tan ambicioso como necesario cuya construcción se puso en marcha pocos meses después. La primera entrega de ‘as casas da Cañota’ tuvo lugar el 19 de abril de 1950 y constituyó todo un acontecimiento de gran relieve político como lo recoge la prensa del momento: "un nuevo jalón, en el amplio y ambicioso camino de la política de las viviendas protegidas que se lleva a cabo en nuestra provincia ha quedado plantado en día tan señalado como el 19 de abril, festividad de la Unificación, al realizar en Marín la entrega de viviendas a pescadores... (La Noche. 20.04.1950)".
El acto tuvo lugar en la Casa Consistorial con la presencia de numerosas autoridades. "El salón estaba rebosante de público, ocupando lugar preferente los marineros y patrones que iban a ver cumplida una de sus mayores ansias, cual era disfrutar de hogar...". El gobernador José Solis Ruiz pronunció un emotivo discurso haciendo extensivas las palabras de agradecimiento a la Corporación Municipal "pues había contribuido grandemente a la ejecución de las obras con su valioso apoyo y decidida colaboración...".
A partir de aquel año y tras la entrega de títulos y ocupación de un primer lote de treinta viviendas las obras se fueron rematando poco a poco hasta su total habitabilidad que pudo haberse dado entre los años 51-52. Bautizada después como Barriada ‘Virgen del Puerto’ ésta pasó a ser administrada por la Cofradía de Pescadores del Puerto de Marín y fue catalogada por la propia O. S. del Hogar como "el mejor poblado de pescadores de España", completándose el proyecto en fases sucesivas con las escuelas, la capilla, el instituto laboral, el policlínico, las viviendas para la Guardia Civil, la Cofradía de Pescadores, etc.
Y allí entre arboledas y maizales, de ahí su nombre de A Cañota, aquel poblado de gentes del mar fue creciendo día a día hasta convertirse con el paso del tiempo en uno de los núcleos poblacionales más importantes del municipio.
Cargada de historia, la barriada que aún sigue en pie, es recordada por las generaciones de las primeras familias que la poblaron (en cuyo homenaje fue erigido un monolito en uno de sus jardines) a través de reuniónes de confraternidad que vienen celebrando en el seno de la asociación A Cañota na Memoria (fundada en 2009) que a quien esto suscribe le honra presidir.
"A Cañota, mi querido barrio, del que un día me ausenté, pero del que nunca me fui".
