Opinión

Marín, el Registro Civil y la Fegamp

LA POSIBLE desaparición del Registro Civil será debatida en el próximo pleno por iniciativa de la alcaldesa María Ramallo que pedirá el apoyo de todos los grupos a un texto de la Federación Galega de Municipios y Provincias (Fegamp) cuyo contenido es el sentir de todos los concellos de Galicia allí representados y sobre todo de aquellos donde la aplicación de la nueva ley de Registros Civiles hará ‘más daño’. No pasa desapercibido para la regidora municipal el problema por mucho que alguien quiera darnos a entender que no es así, como es el caso de aquellos que quieren aprovechar el asunto para la pesca de votos en un proceso electoral municipal en el que ya andamos metidos desde el pasado día 31. Y digo esto porque hemos podido observar, por sus recientes declaraciones, que la alcaldesa no deja de reconocer que de prosperar el texto del decreto su aplicación traería graves consecuencias a los marinenses, entre otras, que “obligaría a desplazarse al Registro Mercantil de la Propiedad situación que provocaría grandes perjuicios a la vecindad y se perdería un servicio que además funciona muy bien”.

Pero el asunto no es un problema estricta o exclusivamente local y su solución no puede buscarse de forma individual -el Real-Decreto Ley es de aplicación al conjunto de todos los ayuntamientos de España- sino que habría que buscarla de manera colectiva y con la implicación del mayor número de concellos afectados. Por que repito, el problema es una cuestión de índole nacional y no local.

Ante esta premisa María Ramallo ha optado por recurrir al acuerdo de la Fegamp, donde están representados la mayoría de los concellos de Galicia, y trasladarlo a través de una moción al próximo pleno para que todos los grupos por medio del consenso lo hagan suyo, lo cual sería a mi modo de ver, la mayor expresión reivindicativa que se puede hacer en nombre de todos y cada uno de los marinenses a los que nuestros políticos representan.

En su texto, en el que María Ramallo sustenta su petición al pleno, la Fegamp reclama al Ministerio de Justicia que no suprima los Registros Civiles por los problemas que ello suscitaría y que ya conocemos. Y traslada al director general de Registros y de los Notariados “la necesidad de que se mantengan los servicios y funciones registrales en el ámbito municipal más próximo, encomendándose los mismos a los Juzgados de Paz”.

Es necesario pues que una vez más nuestros representantes no antepongan sus intereses a los de los ciudadanos y que por el bien de Marín, como tanto pregonan, unan sus esfuerzos en la aprobación de un acuerdo con el que decir no a la desaparición del Registro Civil en, como mínimo, en las condiciones que lo reclama la Fegamp. A ver si por una vez conseguimos que los políticos hagan del problema una solución y no a la inversa como diría Woody Allen.

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