Opinión

Marín y sus lavaderos públicos

"EL IDEARIO higienista en boga de los reformadores sociales del XIX caracterizaron la construcción de lavaderos comunales como edificaciones que prestaban un servicio público a la población. La decisión de construir estas edificaciones supuso una importante mejora en las condiciones en las que las mujeres realizaban tan duro e ingrato trabajo... Los lavaderos públicos se convertirían en lugares de encuentro, trabajo y sociabilización femenina..." (Arquitectura e Higiene. Lavaderos público siglo XIX. Daniel J. Quesada Morales. Historiador). 

El lavado de ropa se venía haciendo desde tiempos remotos en espacios cercanos a ríos y regatos, fuentes, pilones, etc. En el caso de Marín, el lugar donde se lavaba y tendía la ropa era al pie del río Lameira, en las proximidades del Puente de la Libertad hasta su encauzamiento a principios del siglo XX, mientras que en las zonas del rural las mujeres usaban cualquier arroyo para tal cometido. No fue hasta los años finales del s. XIX cuando el Ayuntamiento de Marín comenzó a concienciarse de que habían de construirse lavaderos públicos tan necesarios para la población. 

Según actas que obran en el archivo documental del Concello de Marín en la sesión plenaria del 16 de diciembre de 1883 presidida por alcalde Francisco G. Garay se atiende una petición de los vecinos de Cantodarea en la que piden un lavadero. La demanda no se complace hasta 1885. La construcción fue financiada entre Marín y Pontevedra dada su ubicación en  el límite de ambos municipios, concretamente en las inmediaciones de la Fuente de Estribela. Habrá que esperar a 1924 (hace 95 años) para que Marín pudiese contar con un lavadero en condiciones. La Corporación Municipal presidida por el alcalde Ezequiel Massoni aprueba  el proyecto de Juan Argenti Navajas para su construcción en el lugar de O Souto adjudicándose la obra a Evaristo Crespo. Según describe Manuel Cendán en su particular Historia de Marín, "para realizar parte de la obra se emplearon materiales de la antigua estación del Tranvía de Vapor" y su coste fue de 347 pesetas. El lavadero todavía existe hoy. Es el más importante de Marín restaurado en 2011. 

Respecto a otros lavaderos son innumerables los existentes en nuestro municipio. Cabe destacar el interés que las distintas Corporaciones Locales vienen poniendo en su conservación y mejora. Una primera fase de estos trabajos se realizó durante el gobierno bipartito PSOE-BNG (2007-2011) y otra segunda, la que aún mantiene en vigor el gobierno del PP desde su llegada al poder municipal en 2011. 

Recuerdo nombres de lavaderos públicos, aún existentes, que más sonaban durante los años de mi adolescencia: O do Souto, O das Pedreiras en Cantodarea, O de Mogor, famoso por el agua de su fuente; O da Raña en San Pedro, O do Carregal en San Xulián, O de Coirados... aunque existen muchos otros –más de 60 catalogados en el PXOM, según relación que nos facilita el concejal Pablo Novas– cuyos nombres se asocian a singularidades de los lugares donde se encuentran ubicados.

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