Opinión

Marín. Morales, 'alma mater' de la Lonja (II)

Después de su nombramiento en 1926 como Administrador General de la Lonja, Jesús Morales Rodríguez (el señor Morales) comienza a implicarse con mayor responsabilidad en mejorar las instalaciones del edificio de subastas y empaque de pescados para facilitar una mayor concentración del número de especies de las que entonces capturaban los barcos pesqueros de la época, de madera y a carbón. A medida que las descargas iban en aumento, aumentaba también la necesidad de una lonja con mayor capacidad. El señor Morales traslada esta necesidad al Ayuntamiento de Marín que promueve la demandada ampliación a la Junta del Puerto y Ría de Pontevedra, que aprueba el proyecto cuyas obras finalizarían en 1939 dando vida a la edificación que aún hoy recordamos como Lonxa Vella. Ésta se mantuvo activa hasta 1975 año de inauguración de la actual dentro del recinto portuario. El edificio viejo seguiría en pie hasta 1991 en que se decide su demolición. Mientras tanto serviría como sede del Club de Piragüismo Tambo y de la Comisaría de Policía de Marín.

Volviendo a la importancia que tuvo el señor Morales para la Lonja de Marín, y por ende para el sector pesquero, habría que evocar uno de los episodios históricos del que fue esencial protagonista. En 1930 a raíz de "unha folga de baixura as embarcacións de Marín fóronse para Bueu, coa intención de non volver. O sector da pesca e industrias dependentes así como o comercio local pagaron as consecuencias daquela folga e as autoridades municipales mandaron o señor Morales a negociar cos armadores o retorno a Marín. Laboriosas foron as xestións, pero o señor Morales logra recuperar para a Lonxa de Marín o ritmo comercial perdido. Non foi éste o único conflicto no que houbo de intervir" (Marín, terra e mar. Elixio Rivas Quintas/José R. Cruz. 2005).

Entre los cometidos destacables de su labor figuran haber reorganizado la lonja y sacar adelante el encargo que le confía la Junta de Obras del Puerto para gestionar el impuesto sobre la venta de pescado, así como su intervención para organizar la Cooperativa de Armadores Savencope de la que fue contador y administrador. Pero detrás de una vida profesional tan llena de aciertos, por los que todavía hoy es recordado, el ‘señor Morales’ tenía una vida personal que lo caracterizaba como persona respetable y hombre de bien.  

Jesús Morales Rodríguez se casó en Marín con María Elisa Santiago Rodríguez. Tuvo dos hijos: Francisco (éste fue profesor de Ciencias Químicas en el Instituto Laboral de Marín) y Olga. Ésta ya fallecida. Perteneció a la Asociación Provincial de Funcionarios de la Administración Local y a la Adoración Nocturna de Marín. Además de Administrador General de la Lonja Municipal fue Administrador de Arbitrios Municipales. Colaboró, donando buenas partidas de pescado, con la obra benéfica de Sor Manuela en Marín. Fallecido en Marín el 25 de agosto de 1980; sus restos mortales reposan, al igual que los de su esposa, en el cementerio de Marín.

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