Opinión

Marín, el paseo del Alcalde Blanco

L os terrenos ganados al mar allá por los 90 (s. XX) y las construcciones edificadas para la expansión del Puerto de Marín crearon una ‘pantalla’ a lo largo de la franja costera comprendida entre la Plaza de España y Placeres que ‘taponó’ las vistas a la Ría de las que veníamos disfrutando los marinenses desde tiempos inmemoriales. Esta situación fue generando un malestar entre la población que reclamaba espacios abiertos desde donde poder ver el mar como siempre había sido.

La Autoridad Portuaria hubo de pensar en como solucionar el problema y construye un paseo (el que hoy conocemos como ‘Paseo Alcalde Blanco’) para uso público. Su inauguración tuvo lugar en julio de 1997. Previamente hubo de suscribirse un convenio de cesión firmado por la Autoridad Portuaria y el Concello de Marín. A partir de su apertura el paseo fue mejorado y ampliado con otros servicios como los pantalanes de embarcaciones deportivas, la cafetería restaurante y un parque infantil, así como una zona para los pescadores de ‘caña’. Y no podemos olvidar en citar a la magna escultura, que lo preside, ‘A Capela Solis’ del escultor ponteareano Silverio Rivas. Más de veinte años lleva el paseo marítimo Alcalde Blanco (nombre que adquirió en 2003 por acuerdo unánime de la Corporación Municipal a petición de la Asociación para la Recuperación Histórica de Marín) convertido así en una de las zonas más concurridas para el paseo y solaz sobre todo en época primaveral, en el verano e incluso en los soleados días del otoño. Y lo más importante, en el único ‘resquicio urbano’ desde donde Marín puede ver el mar.

Sin embargo y a pesar de todas las mejoras realizadas la ‘punta’ del paseo -desde donde casi tocamos la isla de Tamboquedó sin rematar a la espera de que los gobernantes locales decidiesen que hacer allí. Se habló de construir un faro-museo del mar e incluso se pensó construir allí el Auditorio. Ninguna de las dos propuestas llegó a cuajar.

No es hasta el 2018 cuando el destino del paseo comienza a fraguarse como un recurso turístico y de conexión del espacio urbano con el mar, según una iniciativa de remodelación de la zona presentada a pleno por el grupo de gobierno (PP) el 11 de julio de 2018. "O que queremos é que o paseo sexa mis atractivo e que se acentúe o seu compoñente natural", defendía la alcaldesa María Ramallo. Por supuesto los grupos en la oposición se oponían a aquella idea "pouco imaxinativa", argumentaban. 

El grupo de gobierno siguió adelante con la iniciativa integrándolo dentro del ambicioso proyecto Marin2020 (Fondos Dusi) cuyas obras se iniciaron ya recientemente y que culminarán dentro del plazo de ejecución de siete meses con el reformado ‘Paseo Alcalde Blanco’, un espacio abierto al mar con gran componente paisajístico, agradable, humanizado y con opciones de ocio para todas las edades del que disfrutarán los marinenses.

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