MAÑANA HACE ciento treinta años que el Puerto de Marín fue declarado de Interés General del Estado en un momento en el que el puerto de As Corbaceiras de Pontevedra aún mantenía lánguidamente su actividad, incluso se planteaba su rehabilitación por medio del dragado y encauzamiento entre escolleras del río. Pero el auge y la importancia que Marín ya venía demostrando desde el siglo XVIII —gracias al Monasterio de Osera que lo abre a la pesca y al comercio exterior— serían determinantes para que el ministerio de turno centrase en el puerto marinense nuevos proyectos e inversiones.
Es curioso observar como el Estado otorga tal declaración cuando en Marín en aquel momento no existía ni Comandancia de Marina, que se crea en 1903, ni tampoco la Junta de Obras del Puerto, fundada en 1907 a propuesta de la Cámara de Comercio, de Pontevedra; organismos ambos de importante relevancia para un puerto. Está claro que los elementos que se tuvieron en cuenta para otorgar tamaña categoría al Puerto de Marín fueron las especiales características de las que estaba dotado, además del auge alcanzado desde principios del s.XVIII en que la ría de Pontevedra inicia su despegue comercial e industrial gracias a su riqueza pesquera que atrae a salazoneros y conserveros que se establecen en Marín con sus fábricas y otras actividades relacionadas con el mar. Otro dato importante: De Marín parten las nuevas rutas hacia América y en 1861 se inaugura un servicio marítimo de ida y vuelta a Montevideo y Buenos Aires.
Aprovechando la efemérides (30 de agosto de 1886) sería importante hacer un poco de historia respecto a la evolución del puerto en los primeros años posteriores a su declaración de interés general. La JOP comienza su andadura en 1907 teniendo a su cargo las obras y servicios de la Ría y sus puertos: Pontevedra, Marín, Bueu y Sanxenxo. En 1896 se termina el primer proyecto para mejorar las instalaciones del Puerto de Marín. En 1913, el Estado entrega a la JOP todas las obras realizadas: el dique Oeste de abrigo; el dique Este con dos alineaciones; la carretera de servicio entre ambos diques con un puente metálico sobre el Lameiriña y el muro de encauzamiento del río y el espigón de abrigo en Estribela. En 1940 se aprueba el Plan General de Obras portuarias dotado con 157 millones de pesetas. Plan que se vería afectado por concesiones a la construcción de la Escuela Naval inaugurada en 1943.
Y con estos mimbres se ponía en marcha un proyecto que daría como fruto un puerto con un crecimiento espectacular (en 1998 se consiguen los primeros récords históricos de traficos generales: 1.430.000 toneladas), con unos resultados y un desarrollo que lo convierten en la actualidad en uno de los puertos más rentables de todos los del Ente Público Puertos del Estado. El Puerto de Marín finalizó 2015 con un movimiento que supera los dos millones de toneladas. Celebremos pues 130 años de la declaración de Interés General del Estado.
