Opinión

Marín y la Virgen del Carmen

EL PRÓXIMO jueves, día 16 de julio, Marín celebra la festividad de Nuestra Señora del Carmen, ‘la Estrella de los Mares’, patrona de los marineros, aunque no de esta villa, (lo será el 8 de septiembre día de Santa María del Puerto), una fiesta que además de popular es muy emotiva para las gentes que viven del y por el mar. Son muchos los actos programados, destacando los religiosos y primordialmente la tradicional procesión terrestre-marítima que saldrá a las siete de la tarde desde el Templo Nuevo.

Los marineros cofrades, acompañados de la comitiva de fieles y devotos, sacarán portando a hombros en procesión a la imagen de la Virgen (bella obra de imaginería religiosa de lo mejor que existe entre las parroquias de nuestros alrededores), y vestidos al uso -camisa blanca, escapulario del Carmelo y pantalón azul-, recorriendo las calles hacia el puerto donde espera numeroso público agolpado en el muelle desde el que la Virgen será embarcada en uno de los remolcadores de la empresa ‘Amare Marín’ (incomprensiblemente los barcos de la flota pesquera marinense dejaron de realizar esta función hace años) para ser procesionada por aguas de la ría.

Durante el recorrido marítimo centenares de personas, vecinos y visitantes, en completo silencio seguirán la procesión desde tierra mientras las sirenas de las pequeñas y engalanadas embarcaciones de pesca e incluso deportivas siguen la senda fervorosa por mar aclamando al unísono a su Virgen protectora. Al regreso y en medio del estruendo de cohetes la imagen retorna a la iglesia en cuyo atrio tiene lugar la ofrenda que los marineros porteadores ofrecen a su Divina Protectora ‘bailando y alzando’ el anda sobre la que se asienta la venerada imagen al tiempo que el numeroso público invadido por el recogimiento y el fervor canta la salve marinera, popularizada en su tiempo por la Armada Española. Y allí, entre la multitud, no faltarán madres, esposas e hijos de aquellos marineros que en ese mismo momento se encontrarán faenando en la mar sometidos a situaciones extremas para poder ganarse el sustento de sus familias. Esas madres y esposas rogarán a la Virxe do Carme protección para que hijos y/o esposos regresen sin novedad, aunque también será tiempo de orar por aquellos que desaparecieron o que no regresaron con vida, que en el caso de Marín no son pocos desgraciadamente.

¿Por qué el 16 de julio? En el siglo XVII, el Papa Pablo V fijó dicha fecha para la festividad de la Virgen del Carmen, “la flor del carmelo”. Desde entonces es para los marineros de pesca la más hermosa de las vírgenes, y probablemente la más venerada como podremos comprobar de nuevo en Marín, así como en tantos y tantos pueblos costeros dentro y fuera de nuestra geografía.

“De tu pueblo, a los pesares / tu clemencia dé consuelo. Fervoroso llegue al cielo / y hasta Ti, y hasta Ti, nuestro clamor. ¡Salve¡, Estrella de los Mares...”

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