Opinión

Clásico con sabor añejo

EL DESTINO, casi siempre cruel, ha querido que la muerte de Johan Cruyff coincida con el clásico entre FC Barcelona y Real Madrid, y se me antoja que no hay mejor forma de homenajear al Flaco que con un partido de fútbol entre los eternos rivales.

Cruyff es para el Barcelona lo que fue La Saeta Di Stefano para el Real Madrid.

A buen seguro que en cada club hay un referente. En el Pontevedra Santos, Antonio Gómez, Milucho o Rafa Sáez, pero a la hora de elegir me quedo con Héctor Rial, que dirigió al equipo de la ciudad del Lérez en dos ocasiones y que demostró hasta el final su amor por el club granate. Tanto lo amaba, que su féretro fue cubierto con una bandera del Pontevedra CF, en vez de con la del Real Madrid.

Hoy el fútbol se rinde al 14 de Holanda y del Barcelona, a un estilo de ver y sentir un deporte tan pasional.

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