Opinión

Derechos humanos: una exigencia ética

LOS DERECHOS humanos son derechos que corresponden a todo ser humano en virtud de su condición de tal. Pero en rigor no lo son hasta que hayan sido recogidos en los textos legales de algún ordenamiento jurídico, sea a nivel nacional o internacional. Así los derechos fundamentales en las constituciones o en la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU de 10 de diciembre de 1948 y en los diversos pactos de derechos firmados por los Estados miembros desde entonces. Sin estos instrumentos jurídicos los derechos humanos no alcanzarían a ser estrictamente derechos, por más que se invocaran.

Los derechos humanos no son derechos naturales, pues, la invocación de la naturaleza lo mismo podría servir para invocar los derechos de los más débiles a resistirse a la opresión de los más fuertes, que el derecho de los más fuertes a oprimirles, de lo cual se desprende que, nada hay que impida que el derecho positivo pueda ser derecho injusto, porque Derecho y Justicia no son la misma cosa. No es menester sacar ningún derecho natural cuando nos sobra y basta con la Ética.

Las exigencias morales se hacen en nombre de la justicia con vistas a materializarse en derecho justo, a diferencia del derecho injusto que siendo legal puede ser moralmente aberrante. Pero ni tan siquiera el derecho justo vendría a coincidir con el derecho y la justicia, pues, siempre nos será dado imaginar un derecho más justo. Y es que el Derecho es un hecho de este mundo mientras que la Justicia es una utopía.

Entonces, ¿para qué sirve la Justicia? La Justic ia sirve para hacer avanzar el Derecho, es decir, para hacerlo más justo cada día, para acomodarlo cada vez más a las exigencias morales Existen páginas de la historia dedicadas a proclamar y defender estos derechos. Los textos constitucionales permanecerían mudos en materia de derechos humanos si no hubiera habido grupos de individuos dispuestos a luchar por ellos. En la historia de la humanidad, no ha habido ningún derecho fundamental que haya nacido en una mesa de despacho. La historia de la conquista de los derechos humanos nos dice como la burguesía emergente conquistó en el siglo XVIII los derechos liberales o como en el siglo XIX la clase trabajadora conquistó sus derechos sociales (o de igualdad) y como en el siglo XX los pueblos colonizados conquistaron a la vez que su independencia, sus derechos culturales.

En la actualidad la expresión "Derechos Humanos" carga el acento en la pluralidad tanto de los derechos como de los humanos porque se entiende que la libertad es multiforme, que la diversidad es la característica distintiva y quizás constitutiva de la humanidad, y que, la legitimidad misma de las libertades depende de su universalidad, así lo ha declarado la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos realizada en Viena en 1993: "todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados entre sí".

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