Opinión

La hora de los emprendedores sociales

UN EMPRENDEDOR SOCIAL es un tipo de emprendedor que combina las cualidades de los emprendedores de negocios con las metas éticas de los grandes reformadores sociales.

Cuando las cosas están atascadas alguien tiene que imaginar cuál puede ser el siguiente paso. Después se necesita una enorme cantidad de trabajo para transformar esa idea en realidad y, finalmente, transmitirla a toda la sociedad.

Si se piensa en los grandes emprendedores del mundo de los negocios, actúan de la misma manera. El auténtico emprendedor es el rompedor de patrones. Y a ellos es a quien me dirijo.

Lo primero es tener una nueva idea rompedora. Respecto a las cualidades nos preguntamos: ¿Es una persona creativa, tanto en términos de resolver problemas como de conseguir objetivos? ¿Tiene cualidades emprendedoras y éticas? Porque a este emprendedor le importa tanto el objetivo como la manera de lograrlo.

Lo segundo, siguiendo un párrafo del Quijote, “has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte como la rana, que quiso igualarse con el buey …”.

Hay que evitar tres p: perfección, parálisis y posponer.

A veces pueden ser de utilidad los siguientes dichos:

Séneca dejó escrito que el primer arte que deben aprender los que aspiran al poder es a soportar el odio; y, a lo que yo añado, y a gestionar las críticas. Porque uno está tan expuesto a las críticas como a la gripe. Si quieres evitarlas, no hagas nada, no digas nada y no seas nada. Evita sumarte a los rumores y especulaciones que circulan, y en su lugar, habla positiva y abiertamente con las personas implicadas. Todo lo que dices habla de ti, especialmente cuando hablas de otro. No olvides que un pedante no es más que un estúpido adulterado por el estudio. Debe uno acostumbrarse a vivir con los enemigos ya que no a todos podemos hacerlos nuestros amigos. Sin embargo, se dice que es peor la envidia del amigo que el odio del enemigo. Para ser el mejor no necesitas hundir ni humillar a tu enemigo, ya que cuando éste lo hace sabes que vas por buen camino. Los enemigos podrán ser muchos pero los rivales muchos menos. De todos modos perdónales, no hay nada que les moleste más.

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