Opinión

Un Braithwaite para 2022

EL OTRO DÍA, un compañero transmitía a alguien por teléfono sus mejores deseos para 2022 bajo el argumento de que ‘no podrá ser un año tan malo como este y como el anterior’. La idea en sí está bien; el optimismo es importante. Pero sucede que es la misma frase que vengo diciendo sobre el Barça en cada comienzo de temporada desde 2016. Y, curso a curso, cuando parecía tocar fondo, ha demostrado ser perfectamente capaz de caer aún más bajo.

Así, he ido pasando de quejarme por la falta de control del juego hasta, últimamente, anhelar el retorno a la cancha de Braithwaite. O sea que, para 2022, con no echar de menos cosas que hace nada me parecían una ruina, ya me vale. Feliz año, o lo que surja.