ESTÁN en la Xunta de Galicia que no paran de llorar por las esquinas de San Cayetano. Y no me extraña, después de escuchar todo lo que les regala el socialista Pedro Sánchez a los golpistas catalanes, además de sacarlos del trullo y auparlos como héroes. Mientras, deja como villanos y a los pies de los caballos a jueces, magistrados y fiscales del Tribunal Supremo, policías y guardias civiles por hacer cumplir la ley como es su obligación. Todo un esperpento chavista organizado por un individuo que perdió unas elecciones y que es capaz de destruir la democracia y a España misma para seguir en el poder. España, ha dejado de ser un Estado de Derecho y una democracia moderna y ha pasado a convertirse gracias a Pedro Sánchez en la «España del Tío Tom». Una vieja nación convertida en una plantación de algodón en donde sus habitantes trabajan como esclavos para un Simón Legree de barretina quien, látigo en mano, los explota a base de bien para darse la gran vida. En la España del Tío Tom no hay separación de poderes, no rige el imperio de la Ley, ni se respetan y garantizan los derechos fundamentales y las libertades públicas. En la España del Tío Tom, un socialista de progreso que debía defender una sociedad en donde exista la igualdad política, social y económica de todas las personas, se arrodilla ante los bwanas golpistas catalanes, pactando en un maletero la destrucción del régimen constitucional que nos dimos libremente todos los españoles. En esta España del Tío Tom asistimos, atónitos, a la abolición del Estado de derecho al que nos lleva una ley de amnistía que no cabe en nuestra Constitución, pactada con un huido de la justicia que se beneficia de la medida y que, en cualquier país serio, estaría en la cárcel. Una amnistía que crea y genera, a decir de varios miembros del Consejo General del Poder Judicial, una verdadera casta privilegiada de bwanas del trinque y la malversación que se pasa por el arco de Trajano la ley, y a quien Pedro Sánchez por sus ansias de poder, la ha convertido en jurídicamente irresponsable y absolutamente impune de los gravísimos delitos que ha cometido. Alcurnia golpista que ha violentado gravemente la independencia y neutralidad judicial que ha de garantizar el elemental principio de seguridad jurídica. En esta España del Tío Tom, tampoco se respetan los tratados que firmamos con la Unión Europea en donde han de prevalecer, siempre, los principios del Estado de Derecho. Total, que los golpistas catalanes se llevan para su terruño el oro y el moro. Los trenes. Miles de millones, edificios públicos, la condonación de su deuda que pagaremos todos, y, claro está, el referéndum inconstitucional al que le llamaran otra cosa y que Conde Pumpido, retorciendo a modo la ley, lo declarara legal. Y para los demás, nada. De ahí el cabreo de la Xunta que va a tener que pagar deudas ajenas. Y eso a pesar de que el BNG apoya con todo a Sánchez. Pero quien se fía. Al camarada Néstor Rego del Bloque galaico, caballero andante y triste de esta tierra, lo dejaron fuera del maletero de la negociación, pero, a cambio, le han regalado una caja de buñuelos de Viena Capellanes, de Génova, 4, o Goya 37, que tampoco es moco de pavo y, además, están en comida. Y alegre esa cara, don Néstor. Algo es algo ¡Socialismo es igualdad!
