Opinión

Liga, FEF y CSD: pónganse de acuerdo, por favor

Por desgracia las partes no se han puesto de acuerdo en la Liga de 24 equipos, lo único que garantizaría la seguridad jurídica del fútbol español y dar tranquilidad al inicio de la competición. Otra solución nos llevará irremediablemente al caos.

En todo lo demás he venido haciendo pleno sobre lo que acontecería en este triste “caso Fuenlabrada”. Es la ventaja con la que juegas cuando conoces bien a los actores principales, porque ya en mi artículo “Tebas decide: Pactar Liga de 24 o inseguridad jurídica total”, del 1 de agosto, avisaba del grave peligro que corría el Fuenlabrada por cumplir las órdenes emanadas de Javier Tebas, cuando decía: 

“Sin pacto no habrá paraíso para el fútbol. Que nadie lo dude, y menos Tebas, porque es posible que no se dé cuenta que, sin querer, puede sentenciar a un Fuenla que su único pecado fue hacerle caso, pero que sería quien recibiría el golpe que sus rivales desearían asestarle al propio Tebas. La orden de viajar a A Coruña, según palabras del Presidente de LaLiga, no va a exculpar a un club que lo ha realizado, al parecer, contraviniendo estrictas obligaciones sanitarias”. Se acaba de confirmar el descenso quince días después, aunque pendiente de multitud de plazos y tribunales.

También estaba cantada la posible inhabilitación de Tebas, a la que yo le dedicaba de refilón -de “esguello” que diríamos los gallegos- el último párrafo de mi artículo del 27 de julio, “LaLiga: ¿quién me compra un lío?” Decía, Javier Tebas “se ha auto inculpado como el único responsable del viaje del Fuenla a A Coruña y ha abierto tímidamente el fuego. El bombardeo se iniciará en cualquier momento. Pienso que esta guerra será de las de verdad. Nada que ver con las escaramuzas de Rubiales y Tebas. Una guerra que amenaza con no dejar títere con cabeza. ¿Ni la del propio Tebas? No creo, pero van a por él.” Y vaya si van.

Se lo ha ganado a pulso. Quien practica ese deporte ruin que deja un buen número de malheridos por el camino, tiene que estar preparado y Javier Tebas los ha dejado por doquier. Te promete, te usa si te dejas y te abandona, pero pienso que en un país donde impere un verdadero estado de derecho esa no puede ser “la ley”, ni siquiera aplicada contra Tebas, que utilizó un sistema todavía mucho más injusto para, con el apoyo de Miguel Cardenal, Presidente a la sazón del CSD, provocar la destitución de Ángel Villar, que acababa de recibir el apoyo prácticamente unánime del fútbol. 

Ahora corre el riesgo de ser inhabilitado de una forma discutible. Muchos dirán que debe recordar la Biblia y a Jesús, que, según San Mateo, reprendió a uno de sus discípulos: “el que a hierro mata, a hierro muere”. La venganza para mí no es una buena consejera. Los amantes del fútbol nos gusta derrotar al rival en buena lid, sin ayudas extrañas. A mi ese sistema no me gusta nada, aún conociendo que el de la patronal lo utilizó con “amigos” que ya le eran molestos o ya no los necesitaba. Es incuestionable: ”Tebas no tiene amigos permanentes, tiene intereses permanentes”.

Sí sería pertinente, en cambio, una muy seria llamada de atención de los propietarios de LaLiga, los clubs, que hasta el momento no han alzado ni una voz crítica, salvo la de los cuatro o cinco afectados. Es verdad que -los conozco bien porque muchas veces he quedado solo en defensa de temas de interés general- rara vez se mueven si no es por su exclusivo interés particular, pero ¿acaso no se dan cuenta que va a cerrarse en falso una Liga SmartBank, que comienza el 12 de septiembre, pendiente de decidir si la competencia del caso corresponde a la FEF o a LaLiga, amén de todo tipo de recursos, medidas cautelares y sinfín de fallos de los tribunales de justicia? 
Un botón de esa insolidaridad a la que me refiero es que ninguno de los seis clubs que se beneficiaron en 1995 de una Primera de 22 equipos (Celta, Sevilla, Valladolid y Albacete) y de no descender a 2@B (Getafe y Leganés) ha salido en defensa de esa Liga de 24, con argumentos serios, entre otros, de un Deportivo que entonces se erigió en máximo defensor de la justicia y de la seguridad jurídica de la competición.

Yo no pierdo la ilusión y continúo defendiendo, como mal menor, la Liga de 24. Aún estamos a tiempo. Que alguien sensato detenga el cúmulo de despropósitos de las últimas fechas que no hacen presagiar nada bueno.

Pactar una Liga de 24 resuelve todos los problemas, desde evitar el ya solicitado descenso del Fuenlabrada hasta resolver la posible inhabilitación de Tebas, pasando por la permanencia de Deportivo y Numancia en Segunda, y así evitar que alguno de los que se sienten perjudicados puedan defender con éxito su derecho una vez que la competición esté en marcha. Es decir, un muy buen arreglo, antes que un pleito peligroso pleito, cuando estamos apunto de iniciar la Liga SmartBank. 

Me niego a que el cetro de nuestro fútbol se dispute en un ring y se destrocen, como hace 50 años lo hicieron Pedro Carrasco y Miguel Velázquez, pero ellos en una pelea épica, una loa al boxeo y a la deportividad, todo lo contrario de esta lucha absurda. 

Si nadie lo evita en el cuadrilátero de Las Rozas se encontrarán en el rincón local la RFEF y en el otro LaLiga. El combate será dirigido por el CSD, árbitro denunciado por la patronal como muy casero. Solo existen dos posibilidades de suspender la velada: que sea aceptado el combate nulo que ofrece la RFEF, que curiosamente ha sido rechazado por el que ha reconocido haber incumplido las reglas del juego, o que se produzca la inhabilitación por las autoridades de uno de los contrincantes por sus actuaciones contra la salud pública, lo que me parecería una mala solución.

Por favor, pónganse de acuerdo. Hagan valer el Pacto de Viana para lograr la Liga de 24, única solución lógica, porque, de persistir la negativa de LaLiga, tendríamos que ver la nueva obra del teatro del absurdo en el que convertimos el fútbol español: 

“Fuenlabrada K.O. Descalificado por golpes bajos ... de Tebas”.

Comentarios