ACABAN DE leer que el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, estuvo este lunes en el colegio San Tomé de Cambados para comprobar con sus propios ojos el dinamismo del Polo Creativo que su departamento ha financiado en el centro educativo. Se trata de un proyecto en el que el alumnado cuenta con un montón de recursos modernísimos, como un kit de electrónica y robótica, tabletas, juegos de construcciones, sistemas de iluminación y grabado de audio, así como equipos de plastificado y corte y de pequeña maquinaria y herramienta (como un taladro de batería con juego de brocas, un sistema de aspiración de seco y húmedo semiprofesional, una placa de inducción...), etcétera.
Así que Román (al que este lunes me referí como conselleiro de Cultura, pues estaba visitando una librería por el día de las ídem, donde se compró varios libros, pero ya ven, utilizo el cargo según el contexto del asunto) no se fue de vacío, pues la chavalada lo agasajó con una identificación la mar de chula. Su propio nombre impreso en 3D para ponérselo en el bolsillo superior de la chaqueta. Qué maravilla. Ojalá uno para Clara Aldán.
Sería un buen regalito, pero no tanto como los que a buen seguro recibirán estos días todas las personas que están de cumpleaños. A saber: el lunes fue el día especial de Raúl Álvarez, el jefe de prensa de la Xerencia del Área Sanitaria de Pontevedra y O Salnés, al que le cayeron 52 castañas (muy bien traido, en este otoño), y también de nuestra queridísima compañera de Preimpresión Silvina Silva, quien nos agasajó con unas deliciosísimas chulas de calabaza y también con bombones. Si es que así no hay quien mantenga la línea, pero, como dice el refrán, que nos quiten lo bailado (lo comido, en este caso). No se acaban aquí las efemérides, pues este mismo martes es el cumpleaños de Carmen Fouces. Aunque ahora ya no es concejala, en este periódico seguimos acordándonos mucho de ella y le deseamos que haya aterrizado felizmente de nuevo en el mundo educativo, pues ella es profesora de Secundaria.
¿Y saben qué sería un buen regalo? Pues un viaje. ¿A qué sí? Eso mismo debió pensar la escritora buenense Elena Gallego Abad, quien contó que toca deshacer la maleta y buscar acomodo para los souvenirs, como los de "este rapaz loiro". ¿De quién creen que hablará? ¿De Brad Pitt? ¿De David Beckham? Pues no, del mismísimo Tintín, del que se confiesa muy fan. Pues se trata del Tin tin au Vietnam, así que sospecho que la buena de Elena ha viajado pero que bien lejos.
