¿Escuchan silbar? Si les pasa al ver la foto de las bicis, es un claro caso de sinestesia. Porque es ver una imagen así y rápidamente se nos viene a la cabeza la melodía de Verano azul. ¿O no? O, como la famosa obra de Fernando Fernán Gómez, está claro que las bicicletas son para el verano. Así lo tienen claro en el AECT Rio Minho, organismo del que forma parte la Deputación de Pontevedra.
En convenio con las eurocidades Tui-Valença, Tomiño-Cerveira y Salvaterra-Monçao puso en marcha el E-bike Rio Minho, un servicio para compartir bicicletas eléctricas que nace como el primero de gestión real verdaderamente transfronteiriza de toda la Península Ibérica, subraya el organismo que preside Carmela Silva. Gracias a esta iniciativa, cualquier vecino o visitantes de las principales villas del Miño podrá rodar cruzando de un país a otro en las 46 bicicletas disponibles totalmente gratis, simplemente realizando una tarjeta de persona usuaria o ben empleando la aplicación creada para su funcionamiento.
Y precisamente Silva, junto al diputado Uxío Benítez y otros representantes institucionales, participaron ayer en un recorrido sobre ruedas para estrenar el servicio. ¡Qué buena idea!
Y muy buena idea es también encargarle a la mismísima Señora de Palmírez las visitas teatralizadas por Pontevedra, pensadas tanto para visitantes como también para vecinos. Porque ya me dirán si no es cierto que a veces pasamos cien veces por un sitio que realmente no conocemos. Pues yo no pienso perdérmela. Para asistir es necesario apuntarse en la web www.visit-pontevedra.com. Como dicen en Migallas Teatro, "a cousa promete".
Y porque me dicen que estamos en Pontevedra, porque ayer por la tarde, paseando por Michelena, creí haberme teletransportado a la mismísima Coruña. ¿Desde cuándo en la Boa Vila se forman semejantes colas a las puertas de una heladería? También es verdad que no me extraña, con lo que apetece un heladito estos días.
