Opinión

Y con esto y un bizcocho...

Pepa Pardo se implicó en los preparativos del mitin del pasado viernes. 'E se chove, que chova'. RAFA FARIÑA
photo_camera Pepa Pardo se implicó en los preparativos del mitin del pasado viernes. 'E se chove, que chova'. RAFA FARIÑA

Bueno, pues se acabó lo que se daba. Alea iacta est. Ha llegado el domingo electoral y, lo confieso, escribo estas líneas a media tarde, entre truenos y centellas, porque sé que a partir de las ocho estaré comiéndome las uñas y viendo como mis compañeros y compañeras actualizan compulsivamente la web donde se van recogiendo los resultados electorales mientras con la otra mano le dan a la tecla y, de paso, descuelgan el teléfono para recoger las primeras reacciones. 

No, no es esta una noche cualquiera y se nota en el ambiente. Pero bueno, a lo que vamos. Que en un rato se cerrarán las urnas y yo debo despedirme de mi misión electoral. Porque ¿quién me iba a decir a mí, a Clara Aldán, la de los cotilleos y chascarrillos, que habría de acabar de reportera (dicharachera) en plena campaña? 

Ya ven, ocurrencias del señor director de este periódico. Que aquel día que me lo propuso no me lo creía, que en el ecuador de la quincena estuve a punto de claudicar y que ahora, a punto de vivir la traca final, estoy a punto de pedir carné vitalicio para la sección electoral. Que no nos queda nada. Hacia final de año las generales y el próximo las autonómicas. 

El BNG tiró de selfis durante la campaña. JAVIER CERVERA
El BNG tiró de selfis durante la campaña. JAVIER CERVERA

Pero, qué quieren que les diga, como la municipales no hay otras. Esas dos semanas viendo a candidatos y candidatas más risueños y amables que nunca, prestándose a cada ocurrencia que tenemos los periodistas y, casi peor, de sus propios equipos de prensa, a quienes también felicito por no bajar la velocidad ningún día y por facilitarnos el trabajo. Y felicito también a toda la gente que trabaja incansablemente en esas pequeñas grandes candidaturas, gente que aparca su vida, su trabajo, su familia, para esforzarse en cumplir un sueño, representar a sus vecinos en el Ayuntamiento. 

De compras

En nuestra retina quedarán ya para siempre imágenes y chascarrillos que hemos visto durante esta campaña, como a Rafa Domínguez y a Pepa Pardo haciendo la compra en el Mercado de Abastos (que si rapantes, que si queso, que si naranjas y cerezas...), a Iván Puentes, Yoya Blanco, Paloma Castro, etcétera recorriendo la ciudad y llamando a casi 25.000 timbres para entregar ellos mismos la propaganda electoral; a mi Lores contando chistes con Rodrigo Cota en un furancho... 

Pero parar recorrer el municipio, la idea de Pontevedra Alternativa, con Carlos Fontán a la cabeza, de visitar las parroquias en un Seat 600, ¡nada menos! Eso sí que es un viaje en el tiempo. 

Puentes, en una de sus fotos más simpáticas, junto a Diana Morant, Paloma Castro y Maica Larriba. RAFA FARIÑA
Puentes, en una de sus fotos más simpáticas, junto a Diana Morant, Paloma Castro y Maica Larriba. RAFA FARIÑA

Estrellas invitadas

No faltaron, por supuesto, estrellas invitadas como toda campaña que se precie. El BNG trajo a Ana Pontón, tres veces, y a Néstor Rego. El PSOE tiró de ministros, como Miquel Iceta (recordarán, yo no hablé con el Miquel), Diana Morant y José Luis Escrivá, y el PP de grandes clásicos como Mariano Rajoy y Ana Pastor, sin olvidar la visita relámpago de Alberto Núñez Feijoo en aquella inolvidable tarde en la que recibió más piropos que la media. Hubo mítines, encuentros con los vecinos, mucha suela gastada y, por supuesto, no faltaron los momentos de descanso y para recuperar fuerzas en bares y furanchos. 

Y a partir de este lunes, pase lo que pase, escribiremos un nuevo capítulo de la historia de Pontevedra y de todos los municipios de la comarca. Y quien tendrá que celebrar, sí o sí, será Rafa Domínguez, que cumple 47 años, así que esta noche electoral no será una más. Y veremos también qué pasa con la apuesta que Iván Puentes hizo con los asistentes a un mítin en cierta parroquia, a los que, si el tablero político queda igual ("sin contar Ciudadanos") invitará a vermú durante los próximos cuatro años.

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