Mira que tengo yo olfato para las polémicas. Es algo de lo que nunca me he enorgullecido, porque me ha propiciado cientos de momentos incómodos. Silencios difíciles, sonrisas maliciosas que ahora con la mascarilla se pueden camuflar e incluso alguna que otra espantada sin explicación son parte del repertorio de estas ocasiones. Por suerte, esta cualidad mía me ha servido también para coleccionar momentos únicos e irrepetibles. Ayer se vivió uno de estos días en Carballedo, en donde Jorge Cubela presentaba la Festa do Petote acompañado de José Balseiros, que es director xeral de Gandería pero también exalcalde de Cerdedo y apadrinó el acto con doble cariño. Mis compañeros que cubrieron el evento me han dejado el audio para que yo misma dé fe con mis oídos. En un momento de emoción, ávido de promocionar la fiesta ante todo, Cubela deseó consolidar el concello como "referente do cocido. ¡Porque para tomar un bo cocido non hai que ir só a Lalín!", dijo ante el silencio de Balseiros, que allí mismo se dio cuenta de que esas competencias gastronómicas son un charco de lodo, hablando en términos de protocolo.
Claro que Cubela tiene razón en que un cocido pantagruélico te lo puedes tomar aquí sin tener que ir a ningún lado. Pero sabiendo de la querencia de Lalín por su cocido, -que dudo ahora si ya sale en la bandera del Concello o si está en trámites-, luchar por ostentar el top de la lista es muy arriesgado. ¿Será Xosé Crespo, compañero de partido y comendador máximo del cocido lalinense, o será Rafa Cuíña, que me consta que tiene buena relación con él, y promociona el cocido metiéndose uno entre pecho y espalda cada 48 horas? Me pregunto quién de los dos le asestará la colleja a Cubela...
Más cómoda que esto fue la irrupción de MiLores en la inauguración del Salón do Libro, el viernes. Un amplio grupo de niños y familias disfrutaban de las novedades de este año y un grupo de jazz liderado por Paco Charlín ponía la música. Sonó en todo momento una versión de Batman muy animada. En eso llegó el alcalde. Se subió al escenario y, ¡babum!, cambiaron a ‘Sultans of Swing’, de Dire Straits. «Pero quen vos contou que me gustan?», preguntó, sorprendido. Esperemos que no sea un espía ruso, pero la efectividad del chivatazo quedó contrastada.
Bueno, ya por último, recuerdan la canción de Una loba en el armario, de Shakira? Pues el título del hit no me lo saco de la cabeza desde ese mismo viernes en la inauguración. En muchos de los actos presentaron a Orbil, la famosa mascota, como una loba, pero los niños y mayores siempre habíamos pensamos que era un lobito... ¿Habrá en el Salón do Libro un nuevo misterio que resolver este año?
