Opinión

Bunbury nos quiere

El artista se deja ver por la ciudad desde el pasado lunes

LOS LUNES son muy perros. Eso es así y nadie es capaz de rebatirlo. Pero si además el fin de semana que precede a este día es el de las Festas da Peregrina la cosa se complica. No sé si esto tuvo algo que ver con el retraso que llevaba Ángel Moldes, el portavoz del PP provincial, a la rueda de prensa que tenía prevista para la mañana del lunes. Quizás el popular tuvo algún contratiempo o quizás su fin de semana fue muy ajetreado. Ojalá fuese lo segundo. Si usted disfrutó de las fiestas, querido Moldes, nos alegramos por ello. En agosto estas cosas se perdonan. Aunque tampoco se acostumbre a llegar tarde, que los periodistas estamos trabajando y, como bien sabe, andamos de un lado a otro. Los cinco minutos de cortesía podemos esperarlos, pero cuando el retraso es de 25 minutos, como el del otro día, podemos enfadarnos un poquitín.

Y es que, durante la semana de fiesta, ni los lunes son lunes ni la rutina es la de siempre. ¿O es que acaso un lunes cualquiera se encuentran ustedes a Enrique Bunbury por las calles de Pontevedra? Pues bien, eso está pasando estos días en la Boa Vila. Mis fuentes me dicen que el rockero fue visto en diferentes terrazas de la ciudad en la noche del lunes.

Además, una compañera lo vio salir por la puerta de su hotel el pasado lunes mientras los fans le pedían fotos. No voy a decirles el nombre del lugar en el que se aloja, aunque ya se lo imaginarán, para que no vaya un mogollón de fans a agobiar al pobre Bunbury. Además, se lo merece. Me cuenta una fan que el artista no suele aceptar ir a conciertos gratuitos y prefiere que las entradas tengan un precio. Así, el que dará en Pontevedra será una excepción. Los pontevedreses tenemos el honor de disfrutar de un concierto gratuito del artista. Sin duda, Bunbury nos quiere y nosotros tenemos que devolverle todo ese amor. Estoy segura de que este miércoles por la noche lo haremos con creces.

Además, yo estoy dispuesta a ir con el artista de ruta por la ciudad para enseñarle los mejores bares, restaurantes y terrazas. Pueden estar seguros de que el año que viene desearía volver a las fiestas.

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