Opinión

Camarones y mucho Instagram

Sara Carbonero. DP
photo_camera Sara Carbonero. DP

LA VUELTA de vacaciones más dura no es la de septiembre. Con los regalos aún por estrenar, volver al trabajo tras las Navidades supone un esfuerzo titánico. Estoy segura de que Nito Sobral y Carmela Silva, que como os comenté viajaron a Japón e Italia, respectivamente, estarán muy de acuerdo conmigo. El retorno es complicado pero es ley de vida.

Un ejemplo de cómo volver a la rutina hecho un pincel y por la puerta grande es Telmo Martín. El alcalde de Sanxenxo recibió ayer en la villa a la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, atabiado con traje, camisa y hasta corbata. Mis ojitos de la ría es un gentleman, ya lo sabéis. La elegancia y su sonrisa perpetua son dos de sus señas de identidad. Aunque la mañana estaba soleada, Telmo no dudó en abrigarse con una buena zamarra con pelo por dentro que dejaba entrever el verde botella de su corbata. Como siempre, un 10 en su estilismo.

La puntuación más alta también se la pusieron a la cabalgata de Reyes de Vigo dos visitantes de excepción, Sara Carbonero e Iker Casillas. Una de las parejas de guapos oficiales del panorama estatal acudió a la ciudad olívica para disfrutar de este tradicional desfile y, seguramente, para aprovechar y ver las luces de Navidad más imponentes del planeta, que diría Caballero.

El portero y la periodista viven desde hace cuatro años en Oporto y, una suposición de servidora, como en el país vecino no celebran la llegada de los Reyes Magos de Oriente, decidieron venir a Vigo. En sus redes sociales compartieron un buen número de instantáneas sobre su día y un mensaje esperanzador: "¡Volveremos!".

Me contó un pajarito que Carbonero y Casillas cenaron en el restaurante Valdevez un menú de infarto. Entre los manjares elegidos por los jóvenes estarían los percebes, la centolla o los camarones. ¡Casi nada! Pero no estuvieron solos. En la cena también estaban otros dos compañeros de Iker en el vestuario del Porto FC. El asturiano Adrián y Óliver Torres también disfrutaron de un menú que podría ser el que anuncie Galicia Calidade.

Yo, si me disculpáis, me voy a acicalar porque esta noche voy a mover el esqueleto a Marín. Sí, ya sé que hace muchísimo frío pero bailar es una actividad perfecta para entrar en calor y para hacer ejercicio. O eso quiero creeer. Prefiero ir a la fiesta y ver a los Satélites que asumir que no voy a cumplir el propósito que me marqué una semana. Otro año sin apuntarme al gimnasio y ya van... Un par de ellos. Lo que no debería confesar es que en esta verbena en Marín de Arriba, de madrugada hacen una chocolatada. Que levante la mano quién me acompaña...

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