Opinión

Casa Rodiño, sinónimo de Meaño

Noemí. DP
photo_camera Noemí. DP

En un tiempo, no tan lejano, sin teléfonos móviles ni redes sociales, el boca a boca era un sistema de comunicación infalible y los mensajes (positivos o negativos) no encontrabaMEAÑOn barreras. En el año 1981, Meaño era un municipio que estaba a la sombra de otros que resultaban más atrayentes, pero encontrarse cerda de potencias del turismo, como Cambados o Sanxenxo, no impidió a Julio Agustín Rodiño convertir su restaurante en el lugar de cita de miles de comensales llegados desde las más diversas procedencias y en el sinónimo de su municipio.

Y transcurridas cuatro décadas, su establecimiento mantiene todo el prestigio ganado a base de ofrecer propuestas gastronómicas sabrosas y renovarse. El relevo generacional está garantizado, el virus parece retroceder y la actividad se recupera, tres factores que se encadenan cuando le llega la hora de soplar la tarta para celebrar sus primeros ochenta años de vida, rodeado de su familia y sus amigos. El día es este lunes, y nos sumamos a la fiesta, aunque sea de manera simbólica.

Fiesta es la que se vive todos los días en la casa de Noemí Outeda, desde que hace 21 años llegó al mundo Noemita, su hija, que ahora quiere que le llamen Noemí porque es una chica mayor. Juntas celebraron este domingo el Día Mundial do Síndrome de Down, un acontecimiento que su madre aprovechó para dejar escrito en las redes sociales que después de unos días de sorpresa y desconcierto, no tardó en descubrir que la fortuna había llamado a su puerta.

Pues más que merecida la tiene la concelleira de Cultura de O Grove, que es de las que atiende a los vecinos aunque la aborden cuando se encuentre tomando el sol en la playa, porque es incapaz de decir que no. Para que digan que todos los políticos son iguales.

La admiración que despiertan personas como Noemí Outeda va más allá de los límites de O Grove. En la lista figura el alcalde de Cuntis, Manuel Campos, cuyos días tiene mucho más que 24 horas. El domingo, cuando buena parte de los mortales aún tenía pegadas las sábanas a la espalda, el regidor y la concelleira Conchy Campos ya habían retornado a Cuntis después del habitual paseo matinal, en el que estuvieron acompañados por dos amigas que conocían bien el itinerario, Carmen y Lucía.

En esta ocasión tuvieron a su disposición la Praia do Vilar y las dunas de Corrubedo, en Ribeira, en una mañana ventosa, además del mirador de A Curota, desde el que disfrutaron de una amplia y espectacular panorámica de la Ría de Arousa y la isla de Sálvora. Tampoco desaprovechó la soleada y fresca jornada de primavera José Sanmartín, El concelleiro socialista de Barro recorrió la Vía Verde, entre los municipios de Portas y Vilagarcía, acompañado por Pury, su esposa.

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