Me tienen que perdonar, pero entre tanto evento, celebración y reivindicación del 8-M me había olvidado totalmente de felicitar a mi querida Beli Martínez (en la foto) por la concesión de un merecidísimo Mestre Mateo al documental Manoliño Ngueme, elaborado por Filmika Galaika, de la que es productora. Bueno, siendo justos, hay que citar también a los otras madres de la criatura: las oenegés Waka Films y Agareso.
Menos mal que sus compañeros de la Facultade de Ciencias Sociais, en la que imparte Comunicación Audiovisual, se encargaron este domingo de refrescarme la mente a través de las redes sociales, felicitándola públicamente por ese magnífico premio.
¿Que todavía no saben el argumento de Manoliño Ngueme, triunfador también en el festival canario MiradasDoc? Pues narra la historia de Marcelo Ndong, un sexagenario artista africano formado en la Ciudad de los Muchachos de Ourense y que ahora regenta una pequeña guardería en Malabo (Guinea Ecuatorial). El artista recibe una inesperada propuesta: montar una obra de teatro, pero esta vez, el argumento será él. Su propia vida.
Los aplausos de la facultad tuvieron también otros destinatarios: "o noso egresado Álvaro Gago, polo Mestre Mateo á súa curta 16 de decembro, na que formaron parte do equipo alumnado da facultade". Me sumo a los elogios y reconocimientos, al igual que a Oliver Laxe y su exquisito trabajo O que arde, que arrasó en esta edición. No es para menos, porque es todo un peliculón.
A la que también vi por la alfombra roja del Palacio de la Ópera de A Coruña, donde se celebró la gala, fue a otra reina de la pantalla que me tiene enamoradita: la marinense Mayka Brañas. Muy elegantemente vestida de negro y rojo, no paró de hacerse fotos y selfies con sus compis de trabajo y disfrutó a tope de la velada. Un bellezón en toda regla que también lució junto a las otras estrellas del panorama gallego.
Y no me canso de felicitar. En especial a toda la gente de Ciencias Sociais vinculada a la producción cinematográfica, por el maravilloso trabajo que realizan —no siempre valorado en su justa medida—, y en especial a David Fidalgo Omil, graduado en Belas Artes, que ganó el premio al mejor cortometraje de animación por Homomaquia. El joven es de Lugo y actualmente está afincado en A Coruña.
Sin olvidarme también de Sonia Méndez, que ganó el premio a la mejor serie web por Nada que perder. Aunque no nació en Pontevedra ni vive aquí, sí que se crió en la ciudad del Lérez y sigue muy vinculada a ella, porque su madre sí que reside en Pontevedra.
No hay mejor escenario para resolver una pugna que practicando deporte en el Tour Universo Muller. Los socialistas Tino Fernández y Gorka Gómez desempolvaron ayer las rivalidades entre la capital y Vigo para retarse a un partido, pala en mano. Desconozco el resultado, pero me chivan que el pique se trasladó luego al voleibol. Aiiins, si hubieran avisado a miLores, les daba unas clases...
