Opinión

¡Cumpleaños feliz!

Rafa Domínguez
photo_camera Rafa Domínguez. DP

VOY A QUEDAR como una maleducada al reconocer esto, pero vaya desde aquí mi penitencia por el pecado de omisión por el que rezaré 105 padrenuestros, tantos como la suma de años de los dos personajes a los que tenía pensado felicitar en directo por sus respectivos cumpleaños y con los que ni hablé, ni visité, en sus respectivas celebraciones. En mi descargo diré que tampoco me invitaron, que digo yo que, aún en fase 2, alguna prudente fiesta de carácter restringido habrán hecho.

El uno, Rafa Domínguez, líder local del PP, estuvo de cumpleaños este viernes ya fue debidamente felicitado desde estas mismas páginas. El caso es que me hice la encontradiza por varias plazas por las que Rafa suele tomar café (o caña), pero nones. Le llamé una vez a su teléfono... y tampoco cogió, seguramente por que no conoce mi número. Que, bien pensado, digo yo que mi móvil debería ser algo así como el primero de los diez mandamientos del político local. Pero a lo que iba: que yo no haya visto al bueno de Domínguez no quiere decir que no sepa dónde estuvo. Mis espías, que son legión, me advirtieron de que se fue a celebrarlo a La Nube de Papel, una de mis librerías favoritas y donde el concejal del PP seguramente se autorregaló algún cómic, pasión pública y notoria del político conservador. Le diré a todos ustedes cual fue en cuanto me entere, ¡que me enteraré!. Mi enhorabuena, en cualquier caso, porque ayer no era para este médico un cumpleaños cualquiera, sino el primero después de superar al coronavirus que lo infectó hace bien pocas semanas. Besitos cordiales y, lo dicho, coge el teléfono aunque no te sepas el número porque cualquier día te aparezco yo al otro lado.

La segunda celebración fue la de la conselleira que más sabe del océano Atlántico y de todos los mares del mundo, fiesta que también me perdí y a la que tampoco estuve invitada. Por lo que me dicen, la conselleira del Mar, Rosa Quintana, (la nuestra, no la presentadora de televisión con mas gafas de colores de toda la historia de Telecinco) sopló sus velas en familia. Pero alguna que otra felicitación —muchas, en realidad—, recibió entre sus colegas de la Xunta y los funcionarios. Con Alfonso Rueda, es la más veterana del Gobierno de Feijóo. Le envío un beso enorme a ella y a Pastora, su jefa de prensa siempre atenta y dispuesta para contármelo todo, todo, todo. Besos a ambas.

Y termino con la anécdota del día. ¿Sabía alguien del humor negro de la concelleira Carme da Silva?, ¿no? Pues se lo demuestro: sorprendió a su equipo de Festas (uno de los departamentos de su concejalía) proponiendo una Feira Franca temática sobre la peste, aprovechando el contexto de la pandemia. No debieron pillarle el punto bromista y, a coro, le dijeron que igual no todo el mundo entiende su sentido del humor. A ver, no es que Carme vaya por ahí todo el día contando chistes. De hecho, es una de las personas más sensatas que conozco. Por eso sé que solo buscaba sorprenderles. Y así ocurrió. Pero luego compartió lo sucedido con los periodistas. Y claro, uno de ellos (no diré quién) salió del Concello dando brincos para contármelo. Ya me conocen, no sé aguantarme, tenía que trasladárselo a todos ustedes.

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