Yo soy de las que agradece los pequeños detalles, por eso cuando me encuentro un músico por la calle me dejo querer por su melodía y la disfruto. Si toca el piano, cierro los ojos para aprovecharlo mejor, y si suena un ritmo movido trato de contenerme y no bailar porque, pese a que me encanta moverme, me da muchísima vergüenza hacerlo en público. Pero este sábado, queridos lectores, iba yo por la Praza de Barcelos y escuché cómo sonaba el Nessun dorma, todo un himno que yo pongo a todo volumen cuando necesito una inyección de energía.
La cuestión es que quien lo cantaba tenía un chorro de voz impresionante y llegué a dudar de si el sonido provenía de algún local, de la ventana de algún edificio o si, realmente, era un músico callejero el que, cual Pavaroti, interpretaba la clásica ópera de Puccini. Fui siguiendo el sonido de la música y mi oído me guió hasta Benito Corbal, donde Fausto López entonaba la pieza.
Por el nombre no les sonará, pero si durante la mañana se pasaron por la calle Benito Corbal o alrededores seguro que saben de qué les hablo, porque era imposible no escucharlo y dejarse querer por la ópera.
Después del impacto que me causó oírlo, y cuando digo impacto lo digo por la grata sorpresa de encontrarme al tenor por la calle, fui a investigar a Internet para saber algo más sobre él. Parece ser que el cantante participó en diversos concursos nacionales en los que deslumbró al público y al jurado e incluso formó parte del coro de Marta Sánchez. O sea, que tuvimos en Pontevedra a un verdadero artista.
Me dicen mis fuentes que aunque yo lo descubriese el sábado, el artista lleva días viniendo por la Boa Vila, así que si todavía no han gozado de su chorro de voz no pierdan la esperanza, es posible que vuelva y se lo encuentren algún día por la calle.
Cambio de tercio para hablarles de gastronomía. Estamos todos encantados de volver a los restaurantes, y más con este tiempo. Nos hemos perdido todo el invierno y, con él, la época de los cocidos. Pero hay quien no quiere renunciar a este plato tan típico de Lalín y, pese a las altas temperaturas se apunta a una buena comilona a base de este plato. Les hablo, por ejemplo, de Xabi Fortes, que compartió en Twitter una fotografía del cocido que se metió entre pecho y espalda el pasado viernes. Vamos, que lo de no comer carne en cuaresma no va con él.
Por último, les cuento que David Amor presentó el viernes algunas de las etapas gallegas que tendrá La Vuelta este año. Lo de este chico con la bici y los deportes es demasiado. Ojalá se me pegase a mí un poco de esa ansia por hacer ejercicio y se me quitase un poquito la envidia que me da el cocido de Fortes.
