Opinión

Días bailones y políticos que vienen y van

Marcón disfruta de las verbenas mientras que uno cargos públicos inician sus vacaciones y otros las finalizan
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photo_camera Un momento de la sesión de baile. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Es una de las parroquias que más disfrutan de las fiestas. Marcón inicia hoy una programación dedicada a la Virgen de los Dolores y el Rosario en la que no faltarán las tradicionales verbenas. La música y el baile reinarán en esta zona del rural pontevedrés durante tres días. Magos y Miramar serán las orquestas que hoy abrirán el telón, mientras que mañana les tocará el turno a Galilea y Marbella y el lunes a Huracán y Trébol.

Por cierto, que la comisión que preside Margó González continúa con la puerta abierta a nuevas incorporaciones de cara a seguir organizando las fiestas el próximo año y en 2021. Por lo de pronto ya ha sudado la gota gorda para recaudar los donativos necesarios para afrontar estas fiestas y las dedicadas al patrón, San Miguel, los días 28 y 29 de septiembre.

En otra parroquia, Campañó, renacerán las fiestas en honor a la Virgen de los Dolores. Después de un parón de tres años, un equipo dirigido por Manuel Ruibal toma las riendas y organiza un programa que se desarrollará el 22 de septiembre con una verbena protagonizada por las orquestas Trébol y El Combo Dominicano.

Y si se trata de mover el esqueleto, vaya si lo movieron todos los que participaron ayer en el taller de lindy hop avanzado que se celebró en la Casa Azul en el marco de la programación de "Ponte Coqueta". Y hoy sigue el ambiente festivo de los años 20 en la Praza de Curros Enríquez.

Quien ha tenido tiempo de desconectar del ajetreo del día a día de la política municipal ha sido el alcalde de Poio, Luciano Sobral, que ya está a punto de volver de sus mini vacaciones, que bien merecidas que las tenía.

Mientras el regidor nacionalista regresa para tomar de nuevo las riendas, otro cargo público inicia un descanso de dos semanas. El concejal de Turismo de Vilagarcía de Arousa, Álvaro Carou, ha elegido la costa portuguesa para disfrutar de un tiempo de relax por el que venía esperando desde hacía cuatro años. Ya se sabe, la política doméstica ata demasiado y siempre es bueno tener un respiro. Un consejo: mejor con el teléfono móvil apagado.

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