NO CABE duda. Podrá gustar más o menos la Navidad, podremos volvernos más o menos sensibles en estas fechas, pero el alumbrado navideño no deja indiferente a nadie. La noche del miércoles estuvo repleta de celebraciones, de cenas, de reencuentros... y cientos de personas aprovecharon ese ‘look’ especialmente elegante para inmortalizarse junto a las enormes decoraciones estrenadas unas horas antes. Ni que decir tiene que las que acapararon la mayoría de los selfies y posados fueron la gran bola de Daniel de la Sota, el vistoso cono de Curros Enríquez y la estrella del momento: el gigantesco árbol de A Ferrería. Y claro, los comentarios eran unánimes: «Nada que ver este con el adefesio del año pasado», «Ahora sí da gusto verlo» o «No le envidiamos nada a Vigo».
Yo no voy a entrar en comparativas, pero, personalmente, me encanta la elección y felicito al Gobierno local por haber enmendado la ‘avería’ del año pasado y regalarnos a los pontevedreses una decoración digna de la gran ciudad que tenemos. Seguro que muchos vecinos de los concellos limítrofes se acercarán en estos días para disfrutar de la vistosa ambientación y, de paso, hacer alguna compra en el comercio local, que siempre será de agradecer.
Quienes ya lo hicieron ayer (disfrutar de las luces, digo, porque lo de las compras lo doy por hecho) fueron los concejales José Luis Martín y María Rey, con los que me crucé en distintos momentos de la noche. El primero, acompañado de sus hijas, embelesadas con el colorido cambiante de las luces; a María la vi después, haciéndose un selfie frente al árbol. Así me gusta, que presumamos de decoración y que lo compartamos en las redes, para que todo el mundo se entere de que aquí también sabemos iluminar la Navidad.
Y no solo las calles lucen preciosas estos días. También los comercios, las galerías, los escaparates... y algunos locales de hostelería. Como la cafetería Don José, un buen ejemplo de gusto y delicadeza en la elección y colocación de los adornos. Quede aquí constancia de mi felicitación a la artista, Luz María Alonso.
Puestos a felicitar, no me perdonaría olvidarme de mi queridísima ex compañera Diana López Varela, que ha vuelto a ganar un merecidísimo reconocimiento a su talento. El último ha sido el Premio del Público en el Ourense Film Festival por su exitoso corto Feminazi.
Durante el minutito que le dieron para los agradecimientos, se acordó de todos los que hicieron posible el proyecto y también de su mentor, Ángel de la Cruz, y de otra ex compi nuestra, Carmen G. de Burgos, que fue su primera jefa en el Diario. Enhorabuena.
