Opinión

En busca de las bicis robadas

José Crespo. B.P.
photo_camera José Crespo. B.P.

PARA SER SINCERA, cuando voy a un acto que dura más de...ya no digo dos horas, pero tres o cuatro, mi mente desconecta y se va de vacaciones, normalmente lo hace al Caribe o a Indonesia, depende del día. ¿No les ocurre lo mismo a ustedes? Y es que soy incapaz de mantener los cinco sentidos en alerta durante tanto tiempo. Por eso, admiro tanto a los concejales lalinenses como a los compañeros de los medios de comunicación que cada último viernes de mes tienen que cubrir el Pleno ordinario. ¡Y es que son interminables! Según me han contado, este viernes el mismo el alcalde, José Crespo, propuso salir a comer y volver tres horas después para continuar por la tarde (a todo esto, la sesión había comenzado a las 10.00 horas). Tras las críticas de una gran parte de los ediles, que no contaban con pasarse el día entero en la Casa Consistorial, se optó, como alternativa, salir a comer media hora y volver... Pero finalmente se celebró de corrido. Algo más de seis horitas de nada para despedir el año.

Eso sí, algunos momentos entretenidos hubo, la verdad. Según he podido ver en la retransmisión online de la sesión, cuando se disponían a votar una de las mociones presentadas por el PSOE, el regidor se percató de que dos de sus ediles, José Cuñarro y Eva Montoto, habían salido para ir al baño. Como votar sin ellos supondría la aprobación de la moción presentada por la oposición, Crespo invitó a la Corporación a esperar a que estos regresasen, que cuando se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo en el interior del salón de plenos regresaron, literalmente, corriendo. Eso sí, no se libraron de la bronca del regidor popular, que recordó a los ediles que si querían abandonar el Pleno deberían pedirle permiso.

Cambiando de tercio, me comentan que hay una especie de complot contra el grupo municipal socialista pontevedrés. Y es que dos de sus concejales se han quedado sin bicicleta en estas fechas tan señaladas. Así, la semana pasada algún amigo de lo ajeno se llevó la bici de Paloma Castro del garaje de su casa, y la historia ha vuelto a repetirse el pasado jueves por la noche. La bicicleta del concejal de Desenvolvemento Sostible, Iván Puentes, desapareció cuando la tenía aparcada delante de La Cata, en el parking aledaño al antiguo Consistorio, asegurada con un candado, y ello cuando el local estaba lleno de gente y tenía la silla para uno de sus niños incorporada.

De este modo, el partido local me ha pedido que aporte mi humilde grano de arena para dar con las bicicletas robadas. Por ello, hago un llamamiento para que todo el mundo ande con ojo avizor por si las ven. ¡Y para evitar que se lleven más bicis!

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