Opinión

Estamos agotados

Fernando Pérez saluda a su hija Alba, presidenta en una de las mesas del Auditorio Municipal. RAFA FARIÑA
photo_camera Fernando Pérez saluda a su hija Alba, presidenta en una de las mesas del Auditorio Municipal. RAFA FARIÑA

H emos llegado hasta aquí, pero nuestro trabajo nos ha dado. Los periodistas de este ciudad (y los políticos) estamos cansadísimos después de dos citas con las urnas y, sobre todo, después de dos campañas electorales.

Normal que este domingo, al llegar al colegio electoral, más de uno se haya mareado. El agotamiento, unido a las altas temperaturas, hizo que más de uno perdiese la conciencia. Pasó en Marín, por ejemplo, donde un elector, puede que emocionado por ejercer su derecho a voto o con la tensión baja por haber desayunado poco, se desmayó. Y entonces fue cuando entró en acción un médico de una de las listas que se presentaban a las municipales, que atendió los mareos de quienes perdieron el aliento El incidente tuvo lugar en Cantodarea y, afortunadamente, fue un vahído sin importancia.

Pero para vahído el que le pudo dar este domingo a Kiko Costa, candidato socialista a la alcaldía de Vilaboa, que, después de una intensa campaña, llega el día de las elecciones y se le monta un incendio. Les hablo en sentido literal, porque el número uno de la lista socialista es actualmente edil de Medio Ambiente y este domingo compatibilizó sus funciones como alcaldable con las propias de su cargo, por lo que se pasó la mañana entre urnas y humo. Yo, que soy muy sensible con los olores, no quiero imaginarme al pobre de Kiko tratando de mitigar el olor a humo en la camisa. Espero que, por lo menos, haya descansado bien después del ajetreo.

Lo mejor que se puede hacer en una jornada electoral es tomársela con relax, y eso saben hacerlo muy bien en la zona Este de esta ciudad. Verán, allí la gente aprovechaba que salía a votar para tomarse un vermú en las terrazas. Pontevedra Leste en mi corazón. Yo hago mía la filosofía de vida de esta gente.

Me dicen los pajarillos que este domingo revoloteaban por las mesas electorales que, además de mareos, vermús e incendios, este domingo eran también muy comunes los despites. Uno que iba a votar pensando que tocaba elegir también presidente para la Xunta, otro que no sabía para qué eran las papeletas azules... Ya saben, los hay que viven en este mundo y otros que están más cómodos en Babia. A mí, de vez en cuando, me encanta escaparme y desconectar de la actualidad, por eso no los culpo. Esto de la política a veces es realmente aburrido, qué quieren que les diga.

El que no se perdió de camino a las urnas fue Fernando Pérez, candidato del PP en Caldas de Reis. Su hija era la presidenta de la mesa en la que le tocaba votar y la imagen de padre e hija a un lado y otro de la urna para depositar el voto es bien curiosa.

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