ES ESTE uno de los fines de semana (largos) más festivos del año, para quien tenga la suerte de poder disfrutarlo. Y en esta nuestra tierra fiesta es sinónimo de comida. Y si no que se lo digan al conselleiro de Cultura, Educación e Universidades, Román Rodríguez, quien este sábado disfrutó de una comida que combina la gastronomía con la familia.
Román nos hizo la boca agua con la fotografía de una mesa larga como un día sin pan. Pero aquí pan se presumía. Y mucho más. "Hoxe miña nai dános de comer" como adelanto del día del Apóstol, comentó en sus redes sociales. Y por si fuera poco una mesa para al menos treinta personas, al lado estaba la de los niños, un clásico.
No sé qué habrán degustado, pero lo más importante es felicitar a esa buena mujer que, gestionando, cocinando o recogiendo se merece todos los aplausos del mundo.
En casa no sé, pero fuera, si alguien puede presumir de gurú gastronómico es Rafa Cuiña. El concejal lalinense es algo así como el Willy Fog Comidista y tanto podemos verlo comiendo marisco en San Vicente do Mar como degustando una fabada en Asturias.
Eso fue el pasado viernes. Rafa y su mujer, Berta González, viajaron hasta "Asturies" y disfrutaron de un espectacular almuerzo en "ese templo da comida caseira chamado Casa Consuelo". Allí en Otur, cerca de Luarca, está este restaurante en el que la pareja degustó no solo una espectacular fabada, sino también otros manjares que da gloria verlos aunque solo sea en foto. Hubo quien lo vaciló por comer fabada con este calor, pero es que allí estaban ¡a 19 grados! Seguro que a alguno le subió la aguja del envidiómetro.
Resulta que a este restaurante ya solía acudir el padre del susodicho, Xosé Cuiña, por recomendación del famoso locutor José María García. Qué pequeño es el mundo. Eso sí, ahora Rafa sabe que el lunes tendrá que retomar su tabla de ejercicios, porque ya se sabe que el corpore sano no se mantiene solo con fabada.
El tercer protagonista de la crónica es el animalico de la foto anexa a este párrafo. Se llama Sanción. Vaya nombre para un gatito, dirán. Pues sí, porque este es el famoso micho que protagonizó aquella rocambolesca historia metido en el motor de un coche que fue multado antes de cambiar de vehículo y acabar siendo rescatado. Sanción movilizó a vecinos, policías, bomberos y a las buenas gentes de Difusión Felina, que ahora buscan un hogar para él. En su facebook pueden encontrar los detalles. "Tiene unos tres mesitos, es un muñeco, guapo, juguetón y muy pillo". Yo no me lo pensaría.
