LO CIERTO es que mis lecturas de fin de semana han dado para muchas sorpresas. Con un fin de semana tan veraniego me faltó tiempo para buscar la toalla, el sombrero de paja y la crema de protección solar para plantarme en la playa. Esta vez opté por llevarme unas cuantas revistas y cual fue mi sorpresa cuando ayer, en el dominical EPS me encuentro un precioso reportaje sobre Pontevedra, la ciudad más peatonalizada de España en donde los niños colonizaron las calles y las plazas. No me extrañó verla después compartida en las redes por, por ejemplo, ‘mi Lores’.
En otra de estas revistas, concretamente en la sección ‘Yo hombre’, me encontré con una reveladora entrevista con mi querido Francis Lorenzo, que ahora tiene un papel estelar en la serie ‘La caza. Monteperdido’, que emite esta noche, precisamente, TVE (le quedan dos episodios, por cierto), donde encarna al teniente Santiago Baín. No podía dejar de leerla, por supuesto, porque es uno de mis actores favoritos, pero lo que no me imaginaba es que me iba a enterar de cosas sorprendentes, como que sus inicios en la interpretación fueron en dos episodios de Serie rosa, aquella serie erótica que dirigió Jaime Chávarri hace unos cuantos años y donde estuvo a punto de coincidir con Penélope Cruz. También me enteré de que está como loco en interpretar el papel de Papa y que confía en que su querido Real Madrid vuelva a la senda triunfal de la mano de Zidane.
EL ANFITRIÓN. Y, hablando de fútbol, no les contaré nada del cónclave político que se vivió ayer en Pasarón, pero sí del partidillo de futbito que Rafa Domínguez disputó por la mañana con un grupo de jóvenes y que lo dejó con un dedo magullado. Esperamos que te recuperes, Rafa, pues ya me tarda verte sirviendo cafés en la Rafaneta. La camisola del Pontevedra te queda bien, pero el delantal, ni pintado.
Es que la campaña electoral pone a prueba al más puntual. Los políticos se creen que sus ansias de llegar a todas partes pueden traducirse en agendas cumplidas y, la verdad, no es así. Por eso quiero mandarle un saludo a mi querido Ángel Moldes, el candidato del PP de Poio, que ayer sufrió un poquito porque sus invitados de más renombre llegaron un poquito tarde a la Romaría del Monte Castrove, una cita que no quisieron perderse, por ejemplo, Jacobo Moreira y Lupe Murillo, que dieron buena cuenta del churrasco antes de ir a Pasarón.
Moldes, por cierto, presumió de hijo, y no es para menos, porque el pequeño Sebas, de cinco meses, es una auténtica monada. No me extraña que a su papá se le caiga la baba a litros.
