Opinión

Un inicio de primavera que no gusta a nadie

Javier Gómez Noya. DP
photo_camera Javier Gómez Noya. DP

EN LA redacción del periódico, a última hora de este sábado, todos estábamos atentos al discurso del presidente, Pedro Sánchez. Sabíamos que iba a anunciar un paquete de medidas importante para frenar los contagios por coronavirus. La incidencia en Pontevedra es por ahora más bien escasa, menos de una quincena de contagios en un área sanitaria de 300.000 personas, pero donde hay patrón no manda marinero, y si los expertos dicen que hay que estar confinados, pues habrá que prepararse.

La verdad, a mí me llamó poderosamente la atención la medida que afecta a las peluquerías, que, tal y como dijo el presidente, podrán abrir durante los próximos quince días, lo mismo que otros negocios como estancos. Parece que se puede ir a ponerse guapa, pero lo tendrán más difícil otras personas. No escuché nada de los deportistas de élite que siguen trabajando para prepararse para los Juegos Olímpicos, por ejemplo. Sabéis que no soy practicante de ninguno de ellos, pero sí me preocupo por los que siempre dejan el pabellón de Pontevedra en lo más alto, como ocurre con Javier Gómez Noya. El triatleta, según me comentan, lleva cuatro años preparándose para la cita. Ayer mismo se le podía ver por A Illa das Esculturas preparándose duramente junto al pontevedrés Pablo Dapena. No sabemos si ellos estarán entre las excepciones que pueden salir a la calle, esperemos que así sea, porque en espacios abiertos y con muy pocas personas parece muy difícil contagiarse.

Por otra parte, parece que nadie recuerda que esta semana comienza la primavera, una de mis estaciones preferidas cada año que pasa. La verdad, este fin de semana ha sido uno de los más extraños de mi vida. Ni siquiera he pensado en comprarme los primeros modelitos de verano. ¡Qué lástima!

Comentarios