Opinión

La boina de Nito Sobral

Nito Sobral. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Nito Sobral. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Uno de mis alcaldes preferidos de la comarca es Nito Sobral. Lo digo con el permiso de MiLores, que espero que no se me ponga celoso, pero supongo que sabrá comprender que Clara tiene mucho amor para repartir y, además de tener admiración eterna por el alcalde de Pontevedra, no se olvida de los regidores de toda la comarca. Y en un lugar privilegiado de mi corazón tengo que confesarles que está Nito Sobral.

Se lo digo este domingo porque justo el sábado tuve noticias del de Poio y quería contárselas a ustedes, queridos lectores. Resulta que Sobral estaba este sábado invitado a la comida que celebraba la Peña da Boina para homenajear a su vecino y amigo Carlos Valle. Pues bien, parece ser que el de Poio se pensó muy bien el atuendo y estuvo a punto de acudir al acto con una boina cubana al estilo Che Guevara, con su estrellita roja de cinco puntas y todo. A mí me habría encantado el outfit, y más todavía si se animase a colocarse un puro entre los labios. No puedo entender cómo pudo descartar la gorra como complemento, quizás por miedo a desentonar. Nito, yo le habría dado mi beneplácito así que para la próxima no sea aburrido y atrévase, seguro que estaría monísimo porque el look revolucionario le pega mucho.

El caso es que el poiense estaba allí para acompañar a Carlos Valle y aplaudirle mucho durante su discurso. El exdirector del Museo le correspondió con un cariñoso saludo durante su intervención pero le recordó que, aunque viva en A Caeira y esté empadronado en Poio, él será siempre pontevedrés. Es más, pontevedrés de toda la vida, nacido en Salcedo y criado en A Seca. Para abreviar: PTV. En la cita del sábado estaba también la concejala de Ciudadanos María Rey y la popular Teresa Pedrosa.

Rafa Louzán. DAVID FREIREOtra de las noticias que tengo para vosotros es sobre Rafael Louzán. Se ve que este sábado, con el día de lluvia que estuvo, la gente se animó a hacer sus compras en el centro comercial Carrefour de Salcedo. Parece ser que entre ellos estaba el expresidente de la Deputación de Pontevedra y actual presidente de la Federación Galega de Fútbol. El de Ribadumia iba parapetado con su ya tradicional boina (no como Nito, al que no le gusta arriesgar). Lejos de parecerse al Che, Louzán tenía un aire a Aladino. Lo digo porque salía del centro comercial con una gran alfombra. Con el temporal del sábado, fácilmente pudo haber salido volando con su alfombra y su visera gracias al viento de componente Norte, que lo habrá dejado en Ribadumia o en cualquier otro punto de la provincia. Es broma. Espero que Rafa tenga humor y lo comprenda. Y que la alfombra que se acaba de comprar quede de maravilla en su salón, claro.

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