Opinión

La ilusión de los Reyes Magos

L a víspera de Reyes siempre es un día de mucha ilusión. Sobre todo para aquellas personas que tienen pequeños cerca, que lo viven todo a través de sus ojos y no hay nada más bonito que eso. Ayer la ciudad se llenó de niños y niñas con cartas con peticiones de última hora y cuando esté leyendo estas líneas seguro que habrán trasladado esa alegría para disfrutar de sus juguetes nuevos al sol de la Praza da Ferrería o de cualquier calle de la Boa Vila.

Los niños tenían ayer ilusión y una sonrisa de oreja a oreja y Sus Majestades de Oriente una agenda súper apretada que empezó ya por la mañana. No solo estuvieron en el Pazo de Mugartegui, como podrán ver hoy en la página 4 dejaron ver en el Torneo de Reis de atletismo del Centro Galego de Tecnificación Deportiva y en muchas localidades de la comarca de Pontevedra.

Y ya por la tarde fue el punto álgido, porque además de estar en la comitiva de la cabalgata, sorprendieron a pequeños y mayores en el Hospital e incluso vinieron al periódico a hacer una visita a los hijos y amigos de todos los trabajadores. ¡Al final va a ser verdad eso de que son magos!

Lo cierto es que todos estamos disfrutando de estos días de Navidades, sobre todo aprovechando que, aunque haga frío, luce el solradiante y eso siempre se agradece en diciembre. Quien sigue celebrando las fiestas en Sanxenxo es el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ayer se volvió a dejar ver por la localidad de O Salnés. Aunque quizás fue una Navidad un poco más triste, al ser la primera sin su padre, no quiso dejar de disfrutarla y fue a comer al sitio habitual muy bien acompañado por su mujer y sus hijos. Puede que hoy sea oficialmente el final de las fiestas, pero la verdad es que las comilonas y cenas todavía no acaban y ya tengo que ir anotando en mi agenda las que tendrán lugar próximamente. La primera cita será la tradicional cena que miLores hace con los periodistas de la ciudad, que espero que invite a una servidora, que ya sabe que soy el alma de la fiesta. Este año se ha retrasado un poco más de lo habitual, ya que suele celebrarse antes de que acabe el año, pero seguro que no defrauda.

La segunda, aunque para eso habrá que esperar un poco más, será la tradicional cena de periodistas de Pontevedra, que este año les toca organizar a los compañeros de La Voz de Galicia. ¡Espero que lo hagan tan bien cómo lo hizo Susana Ares, de Radio Galega, el año pasado! Por último, hoy no me quería despedir sin mandarle todo mi cariño y un afectuoso abrazo al chef Pepe Solla. Él ya sabe los motivos.

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