Opinión

Lacón, pregón y John Wayne

Xabier Fortes, en Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera Xabier Fortes, en Pontevedra. GONZALO GARCÍA

¡LLEGÓ EL gran día! El domingo más esperado por los vecinos y las vecinas de Lalín. Bueno, cómo que de Lalín, ¡de medio Galicia! No me pierdo yo por nada del mundo el cocido lalinense este domingo. Aunque intento cuidarme, a veces se me hace cuesta arriba porque entre que tenemos una gastronomía de lujo y que le hacemos fiesta a todos los productos... Pero qué sería de nosotros sin el cocido.

El lacón, los grelos, la patatita, el choricito... Ya le dijo ‘miLores’ a mi compañero Rodrigo Cota que el cocido gallego es una dieta perfectamente equilibrada porque guarda las proporciones perfectas para alimentarse. Amén, que lo dijo el alcalde.

El que ya lleva unas horas preparando el estómago y la voz para el evento es mi bienquerido Xabier Fortes. Como ya os comenté, será él quien lea el pregón de la Feira do Cocido de este año. ¡Menudo lujazo! Aunque este domingo estaré en primera fila disfrutando de sus palabras, le quiero mandar un fuerte saludo y ‘mucha mierda’. Este sábado lo vi en un vídeo que colgó en su cuenta personal de Twitter el alcalde, Rafa Cuíña.

No, no me refiero al que subió cantando el ‘Miudiño’. Que, a decir verdad, no sé si sería problema de mi teléfono pero la imagen me salía en negro. O eso o que Cuíña quiere mantener en el anonimato a los altos y barítonos que entonaron semejante himno que no puede faltar en toda celebración que se precie. Al que me refiero es al que publicó el alcalde antes, bajo el título ‘A auténtica pandilla do cocido’ y en el que Fortes y Cuíña discutían sobre capitales.

Al final creo que el debate quedó claro. Lalín no es la de la provincia pero sí es, a nivel mundial, la del cocido.

Y hablando de capitales, de sitios bonitos y de alcaldes especiales para mí, os tengo que contar que yo ya arranqué el Carnaval. Si, como os lo cuento. Me enteré por el Diario que Sanxenxo celebraba este sábado una jornada de precalentamiento y allá que me fui.

La verdad es que por la calle me encontré a personajes de ‘La casa de papel’, de Grease y hasta a Harry Potter. Yo solo me puse una peluca y unas gafas bien grandes con forma de corazón para pasar desapercibida por si me cruzaba con los ojos más bonitos de la ría. Pero no, no tuve el privilegio de tener cerca esos dos luceros aguamarina. No sé si le gusta mucho disfrazarse pero la verdad es que yo me lo imagino como John Wayne totalmente.

La tarde fue entretenida porque en la Sala Nauta los niños y niñas se divirtieron en un taller de caretas y después una charanga animó  tanto las calles que movieron el tronco hasta los árboles de la Praza Pascual Veiga. Por cierto, entre el sol y la cercanía de Silgar... ¡Qué ganas de verano!  

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