SABEN QUE me apasiona el cine. Y por eso les voy a contar una pequeña anécdota, un parecido razonable que tengo que compartir. El afectado es el entrenador del Pontevedra Club de Fútbol, Luismi. ¿Saben a quién se me parece? A Tom Cruise en la película El último samurái.
El film le viene al pelo a nuestro Luismi, en sentido literal y en sentido figurado. Les explicó el por qué. El técnico comparte el mismo pelo que el actor estadounidense, largo y castaño. Vamos, un pelazo digno de un premio GQ.
En sentido más figurado, Luismi comparte el mismo destino que Tom Cruise: la reinvención y el camino hacia la victoria. Estoy segura de que lo conseguirá. Pese a los tropiezos, Tom Cruise, que encarna en esta película al capitán Nathan Algren, sale adelante y logra su objetivo: morir como un samurái. El honor máximo.
Yo espero que Luismi lo dé todo en el campo e imprima a sus jugadores la valentía y las ganas para darle la vuelta a la tortilla y que el club granate brille como merece. Confío en ti, entrenador. Eso sí, espero que un día cambies el chándal por un pantalón de pinzas o un traje. Me encantan los técnicos con traje, tipo Guardiola o Mourinho. El chico tiene percha y está de buen ver. Así que ya sabes, te reto a que en el próximo encuentro me sorprendas con un nuevo outfit.
Y hablando de outfits. Tengo que contarles que en la cena de los periodistas hubo una coincidencia en la vestimenta de dos compañeras. No voy a desvelar quiénes fueron, pero se tomaron la anécdota como debe ser: con sentido del humor.
Siguiendo con la cena en honor al patrón del sector, una cena memorable, no podía dejar escapar la ocasión para agradecer a mis compañeros la mención que hicieron en los premios Naranja. Da gusto que te reconozcan así. El año que viene espero ganar.
